Empoderamiento humano

proceso-de-toma-de-decisiones

El proceso de toma de decisiones: ¿por qué resulta a veces tan difícil?

Vivir con demasiados bloqueos, dudas e inseguridad es un problema cada vez más frecuente. El proceso de toma de decisiones se bloquea y emocionalmente nos invade la angustia. ¿Cuál será la mejor decisiones? ¿Qué camino debo tomar? La consecuencia de no tomar decisiones es seguir con más y más parálisis…

Nuestra vida es un puro proceso de continuas decisiones. Desde lo más cotidiano hasta lo más trascendente: siempre estamos tomando decisiones, y de ellas depende no solo tu bienestar sino las experiencias que vas a vivir. Llega entonces el problema… ¿Y si me equivoco? ¿Y si esta decisión no es la mejor?

En resumen: el miedo es quien toma la decisión por ti y siempre será seguir dando vueltas.

Los problemas con el proceso de toma de decisiones está relacionado con el miedo, la inseguridad, y a veces tiene como consecuencia la ansiedad y el desánimo. Hoy día es cada vez más frecuente, porque mientras más estimulante es nuestro mundo, más nos cuesta decidir.

¿Por qué resulta tan difícil? ¿A qué te lleva? Y sobre todo… ¿cómo puedes resolverlo?

En este artículo vamos a profundizar en cómo funciona el proceso de toma de decisiones y, por más que te dé miedo… el objetivo es que puedas desatascar el problema y comenzar a decidir hoy mismo. Vamos a por ello.

Decisiones y parálisis: causas psicológicas del bloqueo en la toma de decisiones

Como hablamos, los seres humanos siempre estamos tomando decisiones. Las decisiones nos ayudan a vivir, conocernos, descubrir nuestros límites y seguir trazando un camino. Sin embargo, muchas de esas decisiones nos parecen demasiado arriesgadas: ¿he de continuar con mi pareja o abandonar la relación? ¿Elijo esta oportunidad laboral o continúo formándome? ¿Digo lo que pienso o mejor espero?

Estos son algunos ejemplos pero pudiéramos pensar en cientos. Sí, existen momentos en nuestra vida donde el proceso de toma de decisiones más complicado… pero en eso consiste vivir. El problema real llega cuando nos paralizamos debido al miedo y a la inseguridad.

Vamos a ver cuáles son los principales factores que nos llevan a los problemas de decisión. Recuerda que todo lo que te estoy contando está basado en mi experiencia como psicólogo acompañando a personas en sus procesos de cambio desde hace 11 años.

Miedo e inseguridad

El miedo y la inseguridad son dos emociones totalmente positivas. Hablar de emociones «negativas» puede resultar práctico aunque es poco preciso. Toda emoción tiene su función y es positiva en sí misma. El miedo nos ayuda a protegernos y la inseguridad a ser más prudentes ante contextos nuevos… el problema llega cuando no las gestionamos de forma adecuada.

Si el miedo y la inseguridad son demasiados intensos, frecuentes y duraderos (ante todo por tu forma de gestionarlo con tus propios comportamientos, de naturaleza evitativa) te condicionarán mucho más. ¿Cómo? Paralizándote.

Estas emociones son sobre protectoras y te hacen ver cualquier detalle que suponga un riesgo hipotético. Debido a cómo las gestionas te paralizan demasiado y te mantienen en un limbo.

Cualquier decisión es positiva una vez se toma. En primer lugar es importante (e incluso necesario) aprender a entender y a gestionar lo que sientes.

Parálisis por sobre análisis (ansiedad)

Los problemas con el proceso de toma de decisión están también vinculados a la ansiedad. Cuando tenemos tantas dudas y miedo sentimos esa presión tan desagradable en el pecho. Ante la ansiedad, buscamos la calma paralizándonos y no tomando ningún tipo de decisión. Nuevamente se trata de un comportamiento evitativo.

La ansiedad es ante todo un miedo intenso que se ha generalizado, como si vivieras en un estado de alerta. Esto te lleva a una respiración rápida y ansiosa. Para disminuir la intensidad de la ansiedad es necesario trabajar con tu respiración (puedes ver en este artículo cómo).

Este estado de alerta te lleva a la parálisis por sobre análisis, que consiste en no tomar decisiones por analizarlo todo demasiado. Una mente analítica debe ser también práctica. Cuando es un análisis infinito nos encontramos ante todo con ansiedad.

Valoración personal dependiente del resultado

Si tu bienestar depende más de factores externos que no puedes controlar que de ti (por ejemplo: cómo te valoran los demás, qué crees que esperan de ti, si crees que puedes cumplir expectativas de otros, etc.) tenderás más a la parálisis. Al no poder controlar lo que va a ocurrir (miedo a la incertidumbre) no tomamos decisiones.

Una autoestima que funciona depende de que tus decisiones estén vinculadas con lo que quieres y necesitas. Si estás en un momento donde no lo sabes, tomar decisiones es precisamente lo que te ayudará a conocerte.

Tomar decisiones para estar bien

Los problemas con el proceso de toma de decisiones está entonces vinculado a una dificultad para gestionar ciertas emociones y tu forma de construir autoestima, lo cual te lleva a las parálisis.

Si el problema es demasiado constante te llevará al desánimo y a repetir experiencias.

Podemos establecer cuáles son los pros y contras de cada decisión, comenzar con pequeñas decisiones y de ahí ir descubriendo qué quieres y necesitas. Sin embargo, la forma de solucionar este problema necesita de un enfoque más profundo para que no vuelva a repetirse. Se trata de seguir estas claves.

Gestionar tus emociones

Cada emoción tiene su función y son necesarias. Al ser seres emocionales, nos condicionan en cada decisión, en nuestras interpretaciones, forma de comunicarnos y relacionarnos. Aprender a gestionar tus emociones te llevará a tenerlas a tu favor en lugar de en tu contra.

Sentir inseguridad puede ser útil, pero un bloqueo es la consecuencia de una inseguridad mal gestionada.

Por este motivo es tan importante considerar cómo gestionas tus emociones en tu proceso de cambio personal, e incluso comenzar con este primer paso, para descubrir cómo reaccionas ante ellas, ves siempre riesgos y te bloqueas a consecuencia de ello.

Tus emociones también te afectan en tu sistema de creencias, forma de verte y relacionarte, etc.

Construir una autoestima que funcione

La autoestima es la fuente de nuestro bienestar. Pero no se trata de tenerla «alta» o «baja», sino de que tu bienestar dependa principalmente de ti. Para esto es imprescindible tomar decisiones. Puedes comenzar por las más cotidianas y posteriormente buscar un enfoque práctico a la hora de decidir.

Poner límites entre lo que quieres y necesitas y las valoraciones externas también te ayudará a conocerte. Uno de los motivos más habituales por los cuales nos bloqueamos es cuando tu forma de valorarte depende demasiado del exterior.

Disminuir la intensidad de la ansiedad

Sentir ansiedad siempre será un estado emocional desagradable y limitante. Por esta razón debemos trabajar con tu respiración, no solo para disminuir la intensidad de la ansiedad sino para limitar los pensamientos intrusivos o rumiaciones (cuando sobre analizas demasiado, estás rumiando).

Contar con un plan de acción

Sin embargo, ningún trabajo psicológico y emocional termina por ser útil sino contamos con un plan de acción concreto que te lleve a la práctica. Debe ser un plan de acción individualizado, que se ajuste a tus necesidades y te ayude a desatascar el problema y que finalmente el cambio sea estable.

Decidir es vivir (proceso de cambio)

¿Cuál es la decisión más importante que pudieras tomar para cambiar lo que te ocurre? ¿Qué temes que puede ocurrir si la tomas?

Los problemas con el proceso de toma de decisiones es ante todo una dificultad emocional. Por esta razón tu proceso debe estar basado en decidir, conocerte, trabajar en ti, pero también te ayuda contar con compañía constante (no solo con eventuales sesiones). Por este motivo mi forma de acompañar en procesos de cambio y terapia como psicólogo y coach es cada día, para cualquier consulta que tengas (incluso cada día).

Además, contamos con herramientas semanales para trabajar con cada parte de tu personalidad (todo influye y es beneficioso trabajarlo) y con sesiones. Si es lo que quieres, recuerda que puedes agendar una sesión conmigo para conocernos y ver cómo podemos solucionar lo que te ocurre.

Te envío muchos ánimos… ¡y a decidir!

Gracias por pensar en ti,
Rubén

coach-personal

Rubén Camacho Zumaquero

Psicólogo y coach

Puedo ayudarte

Si quieres solucionar lo que te ocurre, agenda una sesión conmigo para conocernos, encontrar una solución estable y comenzar con tu proceso de cambio personal

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies