El pensamiento positivo, ¿ayuda de verdad?
A lo largo de nuestra vida, los seres humanos nos enfrentamos con dificultades o momentos de crisis: inseguridad, crisis en la pareja o rupturas, problemas de autoestima, etc. ¿El pensamiento positivo sirve para solucionar todo esto? Pensar de forma positiva o incluso la Psicología positiva es un concepto conocido desde hace unos años, ¿pero de verdad sirve?
Si a una persona deprimida le dices que: «no te preocupes, todo va a estar bien, sonríe», lo más probable es que le hundas aún más. Lo que es positivo es que salgas de esa situación lo antes posible, dentro de las posibilidades reales de la persona. Lo que no sirve para nada es que sientas que todo está bien. Ese pensamiento, precisamente, te llevará a la pasividad y al conformismo. Y eso… no es nada positivo.
En este artículo vamos a profundizar en qué es realmente el pensamiento positivo y si te sirve para solucionar lo que te ocurre.
Partimos de un hecho importante: hoy día vivimos en la era de la sobre información, donde millones de contenidos, ideas y nuevos nombres y tendencias llegan a tus redes cada segundo. En muchas ocasiones son solo palabras de moda. En otras, sí funcionan. Vamos a descubrirlo.
Qué es el pensamiento positivo y para qué sirve
Pensar de forma positiva quiere decir que ante nuestras dificultades vemos las oportunidades y lo beneficioso. En principio, pensar así nos lleva a apaciguar el problema y a sentir bienestar… siempre y cuando sea un pensamiento realista que no evada lo que realmente sientes.
Aquí es donde está el problema. La gran mayoría del pensamiento positivo procede de ideas vagas que solo pretenden que te centres en un bienestar hipotético donde ignoramos los problemas.
Los seres humanos sentimos miedo, inseguridad, enfado, culpa o desánimo con frecuencia. Saber gestionar estas emociones depende, en primer lugar, de saber entenderlas y expresarlas.
Si el pensamiento positivo consiste en negar nuestra realidad o como vía de evasión, no te servirá a largo plazo.
Para lo que NO sirve…
Cualquier interpretación que hagamos sobre lo que nos ocurre (un problema en el trabajo, problemas con la auto exigencia o aceptación personal, conflictos de pareja o ansiedad, etc.) depende ante todo de nuestro estado emocional.
En función de cómo entendamos y gestionemos lo que sentimos, tu forma de construir autoestima o relacionarte, terminarás por interpretar lo que te ocurre. El pensamiento positivo sirve para encontrar opciones que te hagan salir de estados emocionales desagradables y recurrentes, pero cuidado… si los evadimos, perdemos la oportunidad para gestionarlos.
El pensamiento positivo no sirve para todos estos casos:
Evadir lo que nos ocurre
Si existe un problema recurrente en tu vida, evadirlo de forma «positiva» no lo solucionará, sino que lo enmascarará. Ser consciente de lo que ocurre y buscar soluciones en ti (en tu forma de entenderlo y gestionarlo, comunicarte, poner límites, etc.) te ayudará a adaptarte ante esas dificultades.
Construir autoestima
Cuando se usa un pensamiento «positivo» para tratar de construir autoestima, el resultado suele ser una autoestima más frágil. ¿Por qué? Porque la autoestima no es alta ni baja, ni va a depender solo de que te valores de forma positiva. Este es el motivo por el cual tantas personas intentan valorarse positivamente y terminan por encontrar una y otra vez los mismos problemas.
Construir autoestima según valores puede ser muy frágil cuando luego encuentras situaciones en tu realidad que lo contradigan. La autoestima funciona
cuando tu bienestar depende principalmente de ti: de tus acciones, de cómo interpretas lo que ocurre, de que sepas gestionar lo que sientes, de que te comuniques de forma asertiva y pongas límites, etc.
A su vez, la autoestima no funciona cuando tu bienestar depende demasiado de factores externos que no podemos controlar: cómo te valoran los otros, si cumplen tus expectativas o exigencias, si te comparas, etc.
El pensamiento positivo, por sí mismo, no te ayudará en esta área.
Conseguir objetivos
Las frases cliqué «piensa en positivo para conseguir lo que quieres» no cuentan con ningún tipo de evidencia ni resultados. Ni podemos conseguir todos los objetivos que nos propongamos (porque quizá no sean los adecuados), y en muchas ocasiones requieren de tiempo, paciencia, pero sobre todo acción.
Y esta acción debe ser diferente. Lo que nos lleva a logros, mejoría y bienestar en nuestra vida es siempre la acción, no el pensamiento. De hecho, muy al contrario de lo que suelen decir en redes, son nuestras acciones las que condicionan nuestra forma de pensar (y no al contrario).
En resumen: el pensamiento positivo sirve para tratar de encontrar opciones que te hagan sentirte mejor, pero no es magia.
La verdad es que a día de hoy la corriente del pensamiento positivo no cuenta con evidencia empírica que demuestre que las personas realmente cambian su realidad, sus experiencias o resultados simplemente por pensar de forma positiva. Sin embargo… eso no quiere decir que pensar de forma positiva no sirva para absolutamente nada, sino que no sirve por sí solo.
Para qué sí sirve pensar en positivo
El pensamiento positivo sirve cuando encuentras oportunidades más allá de las circunstancias, no cuando te olvidas de esas circunstancias.
Existe una gran diferencia entre leer y aplicar, la teoría y la práctica. Ser positivo implica ser capaz de recibir los sucesos como estímulos de aprendizaje, de tal forma que siempre verás una oportunidad en cada hecho.
La tres preguntas que debes hacerte es: ¿qué tengo que aprender de esto? ¿Cómo puedo aplicar este aprendizaje a mi vida diaria? Y lo más importante: ¿es este aprendizaje positivo para mí, o lo estoy usando para evadir afrontar otras oportunidades?
A veces, lo que creemos haber aprendido de una experiencia desagradable, es que no debemos afrontar esa situación otra vez. Es decir, huimos. El positivismo, a veces, falla de la misma forma: te dice que seas positivo, pero en ocasiones ese positivismo es una especie de «realismo mágico» que oculta la realidad (estás un poco triste, enfadado, frustrado, etc).
Utilidades del pensar en positivo
Pensar de forma positiva, siempre y cuando seamos conscientes de lo que nos ocurre, de nuestros límites y necesidades reales, tiene varias utilidades. Pensar de forma irrealista no es positivo ni útil en sentido alguno. Tratar de ver opciones beneficiosas, sí.
El pensamiento positivo sirve para estos casos:
Aprender a gestionar los pensamientos intrusivos
Pensar de forma intrusiva es una consecuencia de la ansiedad y de una forma de respirar disfuncional (revisa aquí la importancia de la respiración para la ansiedad).
El pensamiento positivo sirve precisamente para no apegarte a este tipo de ideas intrusivas o rumiaciones (siempre y cuando vaya acompañado de métodos más eficaces para gestionar la ansiedad). Ver lo positivo no es evadir, sino descubrir qué es lo que podemos hacer en cada situación para estar de la mejor forma posible.
Desarrollar la aceptación
Lo positivo no es pretender conseguir lo imposible, sino descubrir qué depende de ti, qué no, para que así desarrolles aceptación y tengas claros cuáles son tus límites.
Los límites son una de las vías esenciales para el bienestar, ya que en muchas ocasiones sufrimos porque estamos intentando luchar contra lo que no nos corresponde o solucionar algo que no depende de ti (debido al propio miedo y a la inseguridad).
Conclusiones sobre tu forma de pensar y actuar
Conclusiones: el positivismo ayuda como actitud cuando trabajamos en nosotros mismos, de forma profunda e individualizada. El positivismo como tips, charlas o motivación, se ha demostrado como inocuo, sin demostrar que realmente tenga algún resultado a largo plazo
Te dejo tres ejemplos de pensamiento positivo superficial y actitudes positivas que realmente te ayudan a mejorar tu situación:
Todo va a salir bien – voy a ver qué puedo hacer para estar bien
Voy a conseguir esto – ¿De qué manera pudiera hacerlo mejor?
Me llegará lo que quiero – Llegará lo necesario y confío en ello
¿Ves la diferencia? En el primer caso hablamos de una actitud pasiva o mágica. En el segundo, tomamos acción sobre lo que nos ocurre y generamos más aceptación y confianza.
Te dejo un vídeo de Bárbara Ehrenreich clave donde se explica por qué el pensamiento positivo no sirve por sí solo (ojo, en este vídeo Bárbara Ehrenreich no hace una crítica al pensamiento positivo, sino al pensamiento positivo obligatorio, es decir, es una crítica hacia esas personas que imponen el pensamiento positivo sin delicadeza y con cierto intrusismo profesional, lo cual es una irresponsabilidad).
Si quieres vivir un proceso de cambio o terapia para solucionar tus dificultades, recuerda que puedo acompañarte como psicólogo y coach. Solo tienes que agendar una primera sesión en este enlace para conocernos, descubrir qué ocurre y encontrar soluciones.
Gracias por pensar en ti (pero no te olvides también de actuar),
Rubén