Gestión emocional: un aprendizaje para vivir con bienestar
Los seres humanos somos seres emocionales, de tal forma que las emociones forman parte de las experiencias y decisiones más importantes de tu vida. Tus relaciones de pareja, tu relación contigo o tu bienestar dependen también de las emociones que sientes. Por este motivo es tan importante la gestión emocional: te ayuda a entenderlas y a que te ayuden a vivir con bienestar.
Aunque muchos de nuestros problemas están relacionados con emociones (miedo, inseguridad, culpa, ira o desánimo), estas no son las responsables de nuestro malestar. Si tu gestión emocional es disfuncional, hará que sientas esas emociones con más frecuencia, intensidad y duración.
Sin embargo, si tu gestión emocional es funcional, podrás vivir con más bienestar. Este es uno de los aprendizajes humanos más importantes para toda nuestra vida y en todos los contextos (tanto en pareja como en tu vida personal, autoconfianza o proyectos).
En este artículo vamos a ver qué es realmente la gestión emocional (ya que existen muchos mitos), que descubras dónde están tus dificultades, y ante todo cómo gestionar las emociones para que estén de tu lado en lugar de en tu contra. Vamos a por ello.
La importancia de las emociones en nuestra vida
Las dificultades psicológicas y emocionales más habituales por las que una persona me solicita una sesión o le impulsa a querer vivir un proceso de cambio son:
- Dificultades con la pareja (ruptura, crisis, discusiones, dependencia)
- Ansiedad y desánimo (con relación a la pareja, vida o trabajo)
- Vivir con demasiados miedos e inseguridades
- Bloqueos para afrontar proyectos de vida o trabajo
- Problemas de autoestima (sentirte menos, depender o limitarte demasiado)
¿Qué es lo que hay en común en todas esas dificultades? Emociones.
En cada dificultad que sentimos, bien sea una situación nueva y compleja o algo que se repite con el tiempo, existen emociones involucradas. Ante todo hablamos de miedo, inseguridad, culpa, ira y frustración, y con el tiempo ansiedad o desánimo.
Pero la gestión emocional no es una técnica complicada o una habilidad que algunos tienen. Tampoco es una «inteligencia». La gestión emocional es lo que tú haces constantemente con esas emociones: como interpretas lo que te sucede, cómo reaccionas, cómo te condicionan.
Suelo decir que el término «inteligencia emocional» es inexacto porque no se trata de inteligencia, además de ser un término algo elitista. Se trata de gestión emocional porque todos los seres humanos gestionamos nuestras emociones durante todo el tiempo.
La clave está en si las gestionas de forma funcional, de tal forma que tienen la intensidad, duración y frecuencia adecuadas y esto te ayuda a construir relaciones sanas, tener rutinas que te hagan vivir en bienestar y conocerte mejor, o disfuncional, de tal forma que te bloquean, te hacen vivir en malestar y hacen que vivas los problemas con mucha más intensidad.
Vamos a desmontar algunos mitos.
Todas las emociones son positivas
Uno de los mayores mitos sobre emociones o gestión emocional es considerar que existen emociones negativas. Esto te hace poner el foco en la emoción, de tal forma que no validas lo que sientes.
Hablar de «vivir sin miedos o sin inseguridades» es una postura muy poco acertada que con el tiempo te perjudica aún más.
El miedo es una emoción útil y positiva con la que te proteges. La inseguridad nos ayuda a ser prudentes ante un contexto que no conocemos. Enfadarnos nos ayuda a poner ciertos límites sobre lo que nos vulnera.
Todas las emociones son positivas en sí mismas, pero si no las gestionamos de forma adecuada pueden generarte un problema. La buena noticia es que este aprendizaje depende de ti.
No se trata de «inteligencia», sino de autoconocimiento
Saber gestionar tus emociones te lleva a ser consciente de lo que sientes, de cómo interpretas las situaciones, y cómo puedes gestionarlas para sentirte bien y superar tus dificultades.
Este aprendizaje te lleva a conocerte mejor y a vivir en bienestar. Se trata entonces más de autoconocimiento que de inteligencia.
En consulta es muy habitual recibir a personas que dicen que no saben gestionar sus emociones o que no tienen inteligencia emocional. Esto es inexacto y no nos ayuda. Todas las personas gestionan sus emociones durante todo el tiempo. Se trata de ser consciente de cómo hacerlo.
Si tienes una dificultad de pareja, en relación contigo o en cualquier otro contexto, hoy podrás dar los primeros pasos. Vamos a profundizar en cómo gestionarlas y en las emociones más importantes.
Emociones a tu favor o en tu contra
Para mejorar tu gestión emocional debemos tener varios aspectos en cuenta. En primer lugar, que descubras qué es lo que sientes habitualmente y cómo te condiciona.
Si tienes una dificultad de pareja (discusiones, pausas, crisis o incluso si vives una ruptura), en lugar de dejarte llevar por las sensaciones o por lo que crees que está ocurriendo, trata de preguntarte qué sientes de forma concreta y qué es lo que haces para gestionarlo.
Si ante momentos de inseguridad tratamos de controlar la situación (buscando información, o fingiendo nuestro estado de ánimo), la inseguridad se validará y será más intensa con el tiempo.
Por el contrario, si eres consciente de lo que sientes y generas acciones diferentes relacionadas con aceptación (lo que depende de ti y lo que no) y con confianza (que tu bienestar dependa de ti), esas emociones irán siendo menos intensas con el tiempo.
Gestión emocional que funciona: las emociones más importantes
Para mejorar tu gestión emocional debemos cumplir con estas fases:
- Entender cómo gestionas tus emociones ahora (esto es lo que hacemos al comienzo de un proceso de cambio y terapia)
- Trazar un plan de acción para gestionar tus emociones de forma más funcional
- Trabajar con todas las partes de tu personalidad para que sea un aprendizaje completo (autoestima, comunicación, relaciones, sistema de creencias)
- Interiorizar lo aprendido (tener constancia y apoyo hasta que lo consigas)
Vamos a profundizar en las emociones más importantes.
Miedo e inseguridad
Los miedos e inseguridades son probablemente las emociones más limitantes. Esto ocurre por la función tan importante que cumplen: proteger tu vida y tu bienestar.
Sin embargo, sentirás más miedo e inseguridad en relación a cómo las estés gestionando hasta ahora. Si consideras que tu bienestar depende de factores externos que no puedes controlar (tu pareja, tu situación, o el comportamiento de los demás), los miedos y las inseguridades serán más intensos, ya que tratan de controlar lo que se te escapa.
La forma de gestionar tus miedos e inseguridades es muy particular. No existen reglas mágicas que sirvan para todas las personas. Se trata de tener en cuenta tus miedos e inseguridades pero desobedecernos de forma gradual.
Por esta razón me gusta trabajar con un plan de acción concreto que hacemos un poco más tarde (una vez hemos averiguado cómo funciona tu gestión emocional y cuáles son los cambios que necesitas)
Ira y frustración
Enfadarnos es natural y nos ayuda a poner límites. Sin embargo, sentir ira o frustración durante demasiado tiempo, con demasiada frecuencia o intensidad, resulta agotador y nos puede llevar al desánimo y a problemas de salud.
La ira es el resultado de querer tener el control. A su vez, querer tener el control de lo que ocurre implica miedo a perder el control.
¿Qué es lo que tratas de controlar que se escapa de tus posibilidades? ¿Qué es lo que temes perder? ¿Cómo se manifiesta tu ira y frustraciones?
Culpa
La culpa es una forma de miedo. Tenemos miedo a cómo tus acciones hayan podido causar daño a otras personas, cómo afectarán en el futuro, o incluso cómo hayan podido afectarte a ti.
Sin embargo, la culpa es funcional solo cuando te lleva a la aceptación (lo que depende de ti y no) y ante todo te lleva a tomar acciones positivas para sentirte bien, reparar lo posible y confiar en lo que está por llegar.
La culpa es disfuncional cuando paraliza y funcional cuando se transforma en aceptación y responsabilidad.
Ansiedad y desánimo
La ansiedad es uno de los problemas más frecuentes que padecemos hoy día. Se trata de un miedo activo e intenso, como si estuvieras en un estado de alerta.
Existen varias causas de la ansiedad, como la forma en la que respiras o tu gestión de la incertidumbre. Pero ante todo es tu gestión emocional la causante principal.
Para superar la ansiedad (la ansiedad no es un problema con el que debas vivir o que sea crónico) debemos abordar cómo gestionas tus miedos además de con herramientas de respiración y rutinas que te funcionen.
Gestionar tus emociones para crecer y vivir con bienestar
Mejorar tu gestión emocional es entonces en pilar fundamental que necesitas para vivir con bienestar. Sea cual sea tu dificultad actual (de pareja, personal o laboral), el primer paso para resolverlo es que te centres en ti y en todo lo que puedes aprender.
Todas las dificultades de nuestra vida no pueden ser resueltas cambiando lo que ocurre, pero sí conociéndote y viviendo un proceso de cambio y aprendizaje donde aprendas a que tu bienestar dependa de ti.
Vamos a ver las características más importantes para que lo consigas.
Contar con compañía constante
Cuando tenemos dificultades emocionales y necesitamos apoyo psicológico, hacerlo solo con sesiones eventuales se hace distante y algo frío. Por este motivo es importante que cuentes con compañía constante, para poder trabajar con lo que te ocurre en el momento.
Al acompañarte de forma constante conseguimos que las dificultades emocionales no queden en el recuerdo para trabajarlas en una sesión, sino que en ese mismo día podemos ver qué ocurre, cómo lo gestionas y cómo pudiera ser diferente.
Trabajar con tu gestión emocional de forma integral
Profundizar en una parte de tu personalidad no es útil si no se hace en conjunto con lo demás. Conseguir un cambio y mejora en tu vida depende de profundizar en todas las áreas.
¿Cómo afecta tu gestión emocional a tu autoestima? ¿Cuál es tu enfoque y necesidad para construir relaciones de pareja?
En un proceso de cambio completo trabajamos con todas las partes de tu personalidad, vemos cómo se relacionan y le damos solución con tu plan de acción
Mejorar tu gestión emocional de forma estable
Si vives una situación difícil y sientes que tus emociones son demasiado intensas y te condicionan es el momento ideal para vivir un proceso de cambio profundo donde aprendas de ti y te sirva de forma estable.
Si es lo que quieres, ahora puedes agendar una sesión exploratoria conmigo. En esta sesión podemos conocernos, descubrir qué ocurre, cómo las gestionas y cómo pudiera ser diferente.
Mi forma de trabajar como psicólogo y coach es constante, para cualquier necesidad que tengas y sin límite de consulta, además de con herramientas semanales y sesiones. De esta forma tendrás más apoyo y el proceso te llevará a lo que necesitas.
Te envío muchos ánimos. El objetivo está en que tus emociones estén de tu lado en lugar de en tu contra.
Gracias por pensar en ti,
Rubén