Superar la ruptura de pareja: ¿por qué resulta tan difícil?

Superar la ruptura de pareja y desapegarse es uno de los procesos psicológicos y emocionales más complejos que vivimos en nuestra vida. A la vez, es una de esas experiencias que marcan un antes y un después. De ese proceso podrás salir fortalecido o con condicionantes que limiten tus futuras relaciones. ¿Cómo superar la ruptura de pareja para que todo vaya mejor en el futuro?

En primer lugar es importante entender que una ruptura de pareja siempre es una situación molesta. Tanto si eres tú quien elige como quien no, una ruptura nos lleva a un cambio de rutina afectiva, a un desapego y fluyen nuestros mayores miedos e inseguridades. ¿Qué es lo que lo hace tan complejo? ¿Qué puedes aprender de esta experiencia?

Y sobre todo, ¿qué tendrías que aprender o desarrollarse en ti para que todo fuera más fácil?

Una ruptura de pareja suele ser uno de los motivos principales para necesitar ayuda psicológica. En mi caso, acompaño como psicólogo y coach no solo con sesiones, sino con compañía constante (cada día, sin límite de consulta) para vivir un proceso de cambio más profundo y práctico. Las rupturas de pareja son uno de los motivos habituales.

En este artículo vamos a profundizar en por qué es tan desagradable, cómo desapegarse y que la situación te ayude a crecer. Vamos a por ello.

Las dificultades psicológicas y emocionales en las rupturas

¿Por qué las relaciones de pareja son tan complejas? ¿Qué es lo que hace que el proceso de desapego tras una ruptura sea tan difícil de superar?

Vamos a ver cuáles son los factores principales.

Lo más importante es entender que una relación de pareja siempre es una experiencia difícil y especial, ya que sentimos bienestar, creamos un vínculo muy íntimo donde nuestras rutinas se adaptan al otro, pero también nos disolvemos y surgen los mayores miedos e inseguridades. ¿Por qué? Porque no podemos controlar lo que ocurre en nuestra relación.

Una ruptura es un proceso difícil, y el desapego siempre tiene lugar con tiempo, construir una nueva rutina y hacer que tu bienestar dependa principalmente de ti. Cuando es una ruptura demasiado intensa y difícil, suele ser por una serie de factores en los que ahora vamos a profundizar.

Antes, te dejo un vídeo donde profundizamos en los problemas de pareja y cómo resolverlos si prefieres este formato (más abajo continúa el artículo). Dale a play!

Tu enfoque de la relación

Una relación es una experiencia para compartir bienestar, aprendizaje, y que el vínculo con el otro nos ayude a conocernos. Sin embargo, si tu enfoque de la relación ha estado basado en la dependencia (sentir que necesitas al otro para sostenerte) y se han fomentado exigencias, comparaciones o juicios de valor, la ruptura será sentida con mucha más intensidad.

El enfoque sobre lo que crees que es una relación va a determinar tu forma de vivirla y de afrontar una posible ruptura. Por esta razón es necesario que profundicemos en ello y encontremos los cambios necesarios.

La dependencia afectiva (estilo de apego)

La dependencia afectiva o emocional (cuando tu bienestar depende más de factores externos que no podemos controlar) es la causa principal de los problemas de autoestima.

El mundo siempre va a afectarte (y nuestra pareja aún más) pero es importante establecer límites, mantener tus prioridades, aficiones y rutinas, de tal forma que tu bienestar continúe dependiendo de ti.

​Nuestro apego no es al otro sino a lo que sentimos con el otro, y lo que sentimos forma parte de las necesidades básicas del ser humano: de decisión, de vinculación, de bienestar, de logro, de aprendizaje…

​Esa vinculación no se ha ido, sino que la tienes (y siempre tendrás) contigo. Se trata de vivir el proceso aprendiendo a entender y a gestionar las emociones que sientes para que tu bienestar dependa principalmente de ti.

Tu forma de gestionar ciertas emociones

Finalmente, tu forma de entender las emociones que surgen en este proceso (principalmente miedo, inseguridad, culpa, ira o desánimo) es fundamental. La gran clave con nuestras emociones es saberlas gestionar mediante tus propios comportamientos.

A su vez, cuando un miedo es demasiado intenso se transforma en ansiedad. La ansiedad en las rupturas es habitual y el motivo por el cual tenemos problemas de salud (falta de hambre, problemas de sueño, estar en alerta, vigilar, etc.).

Solucionar la ansiedad será entonces el primer paso, y esto lo conseguimos en los procesos trabajando con tu mecánica respiratoria (forma de respirar). Si te ocurre esto, no dudes en agendar una sesión exploratoria para que lo solucionemos pronto.

Superar la ruptura y el desapego de forma positiva

Aunque un proceso de ruptura sea difícil y sentimos que anhelamos la relación, no podemos controlar al otro ni lo que ha ocurrido. Las sensaciones están cercanas a la inseguridad, la ansiedad y el desánimo no solo por lo que ha ocurrido, sino por cómo lo gestionamos.

Aprender a conocerte, cambiar tu enfoque de la relación y aprender a gestionar lo que sientes te ayudará a reducir ese malestar, volver a hacer que tu bienestar dependa de ti, y sobre todo, te ayudará a enfocar futuras relaciones de forma más positiva.

Vamos a profundizar en cuáles son los aprendizajes esenciales.

Descubrir cómo enfocas el problema ahora

El primer paso (además de reducir la intensidad de la ansiedad) es que descubramos cómo entiendes y gestionas lo que sientes ahora. Tu forma de lidiar con lo que ocurre es lo que te lleva a esas sensaciones tan habituales.

Cuando descubrimos esos patrones, con apoyo y ánimo, estamos preparados para comenzar a trabajar en ti.

 Contar con un plan de acción

Un plan de acción es imprescindible para conseguir cambios, ya que te orienta hacia acciones diferentes que te ayudan a gestionar lo que sientes de forma más funcional. Sin embargo, no sirve cualquier plan de acción, sino uno personalizado (esto lo solemos trabajar en una sesión).

Se trata de encontrar acciones diferentes, concretas y realistas, que te lleven hacia el bienestar que necesitas.

Trabajar con todas las partes de ti

Para que puedas sentirte mejor pronto y que sea un cambio estable en tu vida es necesario trabajar con todas las partes de tu personalidad: tu autoestima, gestión de emociones, sistema de creencias, comunicación, etc.

Este es un error habitual en un proceso terapéutico: quedarnos solo con el problema y no profundizar en uno.

Cuando descubrimos cómo se relacionan todas estas áreas encontramos un aprendizaje enriquecedor, como un «eureka» que te lleva hacia una mayor aceptación y confianza.

Compañía constante

En el caso de cómo superar una ruptura de pareja, un factor imprescindible es la compañía constante. Cuando la compañía consiste en sesiones eventuales, corremos el riesgo de perder aprendizajes y seguir gestionando lo que sientes de la misma forma.

Por esta razón mi forma de acompañar es constante: cada día, para cualquier consulta que tengas. Así, sientes más apoyo y podemos trabajar con lo que te ocurre en el momento. De esta forma, las sesiones serán más profundas.

Superar la ruptura es encontrarte contigo

Superar la ruptura implica no solo enfrentarte a ese desapego (totalmente lógico y funcional), sino a emociones que no hemos sabido entender y gestionar de forma funcional: miedo, inseguridad, culpa, rencor… Emociones que, en realidad, siempre estuvieron ahí y condicionan tu bienestar.

​Pero las responsables del problema no son tus emociones sino cómo tú las entiendes y gestionas.

Si quieres solucionar este problema y necesitas ayuda, sabes que puedes agendar una sesión conmigo (haz clic) para que descubramos qué ocurre en tu caso y cómo lo podemos solucionar.

Te envío muchos ánimos y ante todo confianza.

Gracias por pensar en ti,
Rubén