Empoderamiento humano

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La estrecha relación entre la ansiedad y el uso de las redes sociales

¿Qué es lo primero que haces al abrir los ojos y despertar en la mañana? Seguramente, mires el móvil. ¿Qué es lo último que haces antes de dormir? Seguramente, mirar el móvil. Y así, durante el día, una y otra vez desbloqueas la contraseña y miras todo el vendaval que contiene ese pequeño rectángulo. La relación entre la ansiedad y las redes sociales, así como el uso de la tecnología, es muy estrecha y hoy vas a descubrir cómo te afecta.

Porque la ansiedad es probablemente la mayor dificultad de nuestro tiempo. Un tiempo protagonizado por un contexto cada vez más contrario al bienestar psicológico: globalización, consumismo, estrés, prisas, y sobre todo tecnología, sobre información y redes sociales.

Sentir ansiedad puede ser normal en ciertos momentos de nuestra vida, pero nunca había sido un problema tan frecuente. En este artículo vas a ver la relación entre la ansiedad y las redes sociales en distintos momentos difíciles: cuando vivimos con incertidumbre o miedo a lo que va a ocurrir, problemas de pareja, rupturas o crisis, etc.

Como siempre: todo lo que voy a contarte está basado en la experiencia directa acompañando a personas en sus procesos de cambio como psicólogo y coach. Hoy día el porcentaje de personas a las que acompaño y que tienen dificultades con la ansiedad es del 70%. Casi todas ellas tenían este problema asociado a su uso de las redes sociales.

Si a ti te ocurre, hoy vas a dar los primeros pasos para resolverlo (y si no te ocurre, comparte el artículo y ayuda a esa persona que conoces). Vamos a por ello.

El impacto del smartphone en nuestro bienestar

Como ya sabes: el uso del móvil se ha transformado en una constante en nuestra vida, así como de las redes sociales. Pero no hablamos de un aparato nuevo que mejora ciertas rutinas, como una batidora. Hablamos de un aparato que llevamos cada día en la mano, que nos hace detenernos en los semáforos en verde, dejar de hablar o mirar a las personas, y que nos induce a un mundo de constante híper estimulación.

Suelo decir que los smartphone no han sido solo diseñador por ingenieros, sino por psicólogos con no muy buenas intenciones. ¿Por qué? Porque un móvil funciona según un sistema adictivo (exactamente igual que una máquina tragaperras). Más que smartphone (teléfono inteligente), suelo llamarle «herramienta manipuladora».

Así que ya sabes: a partir de ahora, en lugar de smartphone, llámale «Manipulative Tool».

No solo tiene una relación con la ansiedad, sino que incluso existe un problema de ansiedad y depresión por el uso de redes sociales (que vamos a ver más adelante).

Vamos a ver cómo funciona exactamente y cómo el uso de las redes sociales te afecta en tu problema con la ansiedad.

Híper estimulación (y su consecuencia para la ansiedad)

Los móviles, y en concreto las redes sociales, funcionan según un sistema adictivo basado en la híper estimulación. Hay luces, sonidos, notificaciones, siempre nuevas noticias.

En el caso de las redes sociales: constantemente ofrecen un nuevo estimulo, una nueva publicación o contenido efímero, que impacta en nuestro cerebro por pocos segundos y luego llega otro.

Esta híper estimulación nos lleva hacia un mecanismo adictivo. En las redes sociales, el sistema de recompensa es infinito (siempre puedes seguir mirando, y su diseño invita a ello). Las redes sociales de contenido más inmediato son las que más ansiedad provoca (instagram suele ser la red social más visitada en momentos de ansiedad, rupturas o desánimo). ¿Cómo funciona este mecanismo adictivo?

Mecanismo adictivo (redes sociales y ansiedad)

El sistema es el mismo que con las máquinas tragaperras o cualquier tipo de sustancia o conducta aditiva: se genera un estímulo o recompensa, siempre breve, desaparece, y sentimos que podemos volver a ella con solo un leve movimiento con el dedo pulgar.

El círculo vicioso que no termina nos provoca ansiedad. No, no se trata de que mires más las redes sociales porque vives una ruptura o tienes ansiedad, sino que el uso de las redes sociales y de la tecnología forma parte del problema (y en momentos de crisis, se acentúa).

Contamos entonces con las dos partes de cualquier sistema adictivo:

  1. La híper estimulación
  2. El hecho de que creemos tener el control sobre esos estímulos

Pero no lo tenemos. La ansiedad que nos crea el uso de las redes sociales, junto con la dificultad que vivimos, nos hace necesitar mirarlas más y más, ya que nos hemos acostumbrado a recibir cierto bienestar con su uso.

Ahora vamos a resolverlo…

Cómo funciona la ansiedad (y su relación con las redes sociales)

Para solucionar tus problemas con la ansiedad, primero tienes que entender qué te ocurre y cómo lo gestionas.

La ansiedad es un estado de alerta o miedo que se ha generalizado. Vivimos en un estado acelerado, donde cualquier detalle nos parece un peligro. Este estado ansiedo puede ser natural ante días de estrés o límites. Por ejemplo: ante un primer día de trabajo, una primera cita, una mudanza, una discusión de pareja, etc.

Pero vivir con ansiedad es una dificultad diferente. La ansiedad se relaciona directamente con tu forma de respirar (rápida, superficial, de ahí esa sensación desagradable en el pecho o boca del estómago, ya que el diafragma se mueve de forma disfuncional).

La ansiedad nos hace sentir agotamiento, pensamientos intrusivos, problemas de sueño o hambre (gastritis o falta de apetito) y con el tiempo desánimo o depresión.

¿Qué causa la ansiedad? No es el problema de pareja o tu situación, sino tu forma de enfocarlo a través de cómo gestionas tus emociones y tu mecánica respiratoria.

Aquí es donde entra en juego la relación entre la ansiedad y las redes sociales. Cuando vivimos situaciones difíciles, el mecanismo adictivo de las redes sociales lo empeora aún más.

Ansiedad y redes sociales en las rupturas o crisis de pareja

En los momentos de crisis de pareja, pausas o rupturas, miramos con mucha más frecuencia las redes sociales, lo cual aumenta nuestra sensación ansiosa. Podemos pensar que miramos más las redes para investigar qué hace el otro, tratar de buscar allí el bienestar que hemos perdido, por miedo o falta de control. También por costumbre.

Todas estas explicaciones son ciertas, pero hay una aún mayor: miramos más las redes sociales porque tratamos de calmar la ansiedad con el uso de las redes, ya que cada vez que las miramos, potenciamos ese mecanismo adictivo.

De la misma forma que la persona fumadora utiliza el cigarro como una especie de ansiolítico, miramos las redes sociales para sentir una calma efímera, que luego se transforma en más ansiedad.

Ansiedad y depresión por el uso de las redes sociales

Es también habitual sentir desánimo o un inicio de depresión por el uso de las redes sociales. ¿Cuál es su causa? La depresión o el desánimo no es nunca el problema principal, sino una consecuencia (de ahí que no sea positivo tratarla de forma directa con fármacos a largo plazo, salvo en situaciones de crisis).

La relación entre la ansiedad y depresión por el uso de las redes sociales es la siguiente: la ansiedad provoca agotamiento y estrés, lleva a nuestro organismo al límite, y a su vez, el uso constante de las redes sociales no nos provoca bienestar, sino una sensación de mayor dependencia. A consecuencia de la ansiedad y de este uso, nuestro cuerpo se desanima o deprime (por puro agotamiento).

Por esta razón, la solución debe estar centrada en gestionar la ansiedad y disminuir el uso de las redes.

Relación de la ansiedad y el uso de las redes sociales con el sueño

El uso de las redes sociales también nos afecta en el sueño, ya que aumentan la ansiedad, estimulan el cerebro y dificultan dormir. Cuando lo miramos antes de dormir y es lo primero que hacemos al despertar, nos condicionamos y provocamos más ansiedad.

¿Cómo solucionamos este problema? Ahora que sabes cómo se relacionan la ansiedad y redes sociales, vamos a resolverlo de forma estable mediante tu propio aprendizaje y cambio personal.

Gestionar la ansiedad y el uso de las redes sociales

Cuando tenemos problemas con la ansiedad, la solución de forma estable es trabajar con tu propio proceso de cambio y aprendizaje personal. Esta será la forma de garantizar que no existan idas y venidas con la ansiedad, sino que aprendas a gestionarla de forma funcional.

Para conseguirlo debemos enfocarnos en una serie de aprendizajes básicos:

  1. Mecánica respiratoria: trabajar con tu respiración para disminuir la intensidad de la ansiedad y poder sentirte mejor pronto (sin fármacos)
  2. Aprender a gestionar tus emociones: los miedos e inseguridades tan habituales y que te condicionan demasiado
  3. Contar con un plan de acción concreto: que te lleve a aplicar cambios específicos para construir una rutina que te dé más paz y bienestar
  4. Contar con compañía experta y constante: que te apoye en cada momento que necesites, no solo con sesiones eventuales.

Pero claro, en este caso debemos aprender a usar las redes sociales. No se trata de prescindir de ellas, ya que forman parte de nuestra forma de vivir, sino de utilizarlas de forma funcional.

El uso correcto de la tecnología (relación entre la ansiedad y redes sociales)

El uso correcto de la tecnología o redes sociales pasa por un aprendizaje sobre ellas. Debemos aprender a usarlas sin recurrir a notificaciones, descubrir con qué frecuencia las usas, y sobre todo utilizar una serie de reglas sencillas para limitar su uso (no utilizarlas cuando estás con otras personas, crear una rutina que te lleve hacia otros hábitos, etc.)

No se trata de abandonar las redes, sino de utilizarlas de forma productiva: para compartir, expresarte o aprender, nunca según ese sistema adictivo. Esto es algo que trabajamos en un proceso de cambio siempre de forma personal (cada persona tiene su propia situación y no a todas les funciona lo mismo).

La Psicología es una herramienta para mejorar tu vida siempre desde lo concreto e individual, no con soluciones iguales para todas las personas.

Un cambio en ti para abandonar la ansiedad

Si quieres solucionar este problema, recuerda que puedes agendar una primera sesión conmigo. La puedes tener desde casa y desde cualquier lugar del mundo (la tendremos online para tu mayor comodidad). En esta sesión nos conocemos, profundizamos en lo que ocurre, descubrimos la solución y vemos cómo puedo acompañarte.

En este caso, se trata de vivir un proceso profundo pero práctico, donde apliques cambios desde el principio que te lleven a sentirte mejor. Trabajaremos no solo con tu problema principal, sino con todos los relacionados: autoestima, relaciones, etc. En todo momento tendrás compañía constante y flexible, con consultas ilimitadas en cualquier momento para que no dependas solo de sesiones.

Te envío muchos ánimos, y nos vemos en las redes (sin ansiedad).

Gracias por pensar en ti,
Rubén

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Rubén Camacho Zumaquero

Psicólogo y coach

Puedo ayudarte

Si quieres solucionar lo que te ocurre, agenda una sesión conmigo para conocernos, encontrar una solución estable y comenzar con tu proceso de cambio personal

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