Ansiedad y depresión: cómo se relacionan
Existe una relación entre ansiedad y depresión que termina por ser muy común en nuestro día a día. Cuando sentimos ansiedad (esa sensación tan desagradable de miedo, angustia y estrés, que también tiene síntomas físicos, como molestia en el pecho o boca del estómago) es también habitual que, a consecuencia, lleguemos al desánimo o con el tiempo incluso a la depresión. ¿Cómo se relacionan? ¿Cómo puedes resolverlo?
En principio, la ansiedad es un miedo que se ha generalizado, mientras que la depresión o el desánimo es una forma de tristeza y desmotivación que también se ha generalizado o se ha hecho estable. La relación entre ansiedad y depresión nos lleva incluso a oír hablar del famoso cuadro «ansioso-depresivo» o ansiedad depresiva.
Si son dos problemas diferentes, ¿por qué se relacionan? ¿Cómo funciona esa relación? ¿Qué llegó antes a tu vida, la ansiedad o la depresión? Y sobre todo, ¿cómo podemos resolverlo de forma estable? (no solo con fármacos a largo plazo que generen tolerancia y otros problemas físicos).
Desde que acompaño a personas en sus procesos de cambio como psicólogo y coach, el número de casos con ansiedad y depresión juntos es de aproximadamente el 70%. En los últimos años, este número ha aumentado. Pero la solución no puede ni debe ser una medicación masiva.
En este artículo vamos a ver cómo resolver este problema desde los casos reales de personas que he acompañado y que han conseguido superar la ansiedad y la depresión. También puede ser tu caso desde hoy mismo. Vamos a por ello.
Los factores de la depresión o el desánimo
Sufrir ansiedad y depresión juntas es hoy día cada vez más habitual. Sin embargo, se trata directamente con fármacos (ansiolíticos, anti depresivos, etc.) que a largo plazo no suponen una solución (tratan los síntomas, pero no las causas).
Es también habitual que nos hablen solo de los síntomas (angustia, pensamientos intrusivos, desmotivación, etc.). ¿Pero cuál es la relación entre ansiedad y depresión si son aparentemente dos dificultades diferentes?
El motivo es que cuando vivimos con ansiedad durante demasiado tiempo y no hemos podido aprender a gestionarla, nos lleva hacia el desánimo como un mecanismo de defensa. Ante el cansancio, estrés y agotamiento psicológico que provoca la ansiedad, nuestro organismo se deprimen sin remedio.
Voy a explicarte esta relación en un vídeo donde hablamos también sobre las causas y soluciones. Solo tienes que darle a Play. En esta página también profundizamos en cómo puedes solucionar la ansiedad y el desánimo de forma estable.
Causas principales
Las personas solemos pensar que nos deprimimos por lo que nos ha ocurrido. Sin embargo, aunque esos acontecimientos puedan ser desagradables o molestos, el motivo real del desánimo es por cómo hemos gestionado esos acontecimientos.
El desánimo o la depresión no son situaciones que lleguen solas. Existen dos causas principales para que lleguemos a desmotivarnos o deprimirnos.
- Nos desanimamos cuando llevamos demasiado tiempo sin auto recompensarnos. Cuando tu bienestar depende demasiado de factores externos (cómo se comportan los demás, cómo se comunican contigo, etc.) perdemos enfoque, propósito, y nuestra conducta y comunicación no se guía por lo que necesitamos y nos hace felices.
- Sentimos desánimo o depresión cuando… llevamos demasiado tiempo con ansiedad.
La ansiedad es agotadora, tanto en un sentido físico como psicológico, y causa desánimo sin remedio. Vamos a ver cómo ocurre este proceso.
Cómo la ansiedad lleva a la depresión
La ansiedad es una forma de miedo que se ha generalizado. Tememos al futuro, vivimos con incertidumbre, nos preocupa la salud, o lo que puede ocurrir con nuestra relación de pareja (esto ocurre ante todo en momentos de crisis, pausas o rupturas). Algunas personas sienten también ansiedad ante situaciones que les hacen sentir vulnerables, como exposición social.
Sentir ansiedad es el resultado de no haber sabido gestionar nuestros miedos e inseguridades a tiempo. Cuando reprimimos estas emociones, nuestra conducta termina por adaptarse a ellas y se genera cada vez más miedo, preocupación e inseguridad. De esta forma, la ansiedad aparece como un estado general de nuestro día a día.
La ansiedad es tan agotadora que con el tiempo nos lleva al desánimo. La relación entre la ansiedad y depresión es entonces esta: la ansiedad lleva al desánimo, y por lo tanto, es importante trabajar primero con la ansiedad y solucionar el problema de raíz para que puedas generar más bienestar.
La ansiedad depresiva y sus motivos
La ansiedad depresiva es el resultado de vivir demasiado tiempo con ansiedad. La depresión o el desánimo, así como la desmotivación, no son estados de ánimo naturales o que surjan espontáneamente. Tienen un origen, una causa, y está relacionado tanto con la ansiedad como con la forma en la que entiendes y gestionas tus emociones (así como ante lo que te ocurre).
Existen varios motivos para esto:
- Tu forma de respirar (ansiosa, rápida y superficial, que te lleva hacia esa molestia en el pecho, pensamientos intrusivos, etc.)
- Que tu conducta se oriente hacia lo que temes (olvidándote así de vivir con una rutina que te genere bienestar)
- Tener dificultades para gestionar el desánimo (acostumbrándote a ello)
Vamos a ver por qué es tan importante la respiración para solucionar los problemas con la ansiedad, cómo se relaciona con el llanto y la angustia, y sobre todo, cómo puedes resolverlo de forma estable.
La importancia de la respiración en la ansiedad
Cuando sentimos ansiedad va asociada a esa sensación tan desagradable en el pecho o en la boca del estómago. A raíz de ahí, podemos sentir tensión cervical, dolores de cabeza, también molestias digestivas o incluso el estómago cerrado (es habitual en las rupturas de pareja que, debido a la ansiedad, el apetito disminuye).
Toda esta sintomatología está relacionada con tu mecánica respiratoria, es decir, con tu forma de respirar.
Cuando entramos en un estado ansioso, y de forma totalmente inconsciente, comenzamos a respirar de forma rápida y súperficial. El diafragma, que es un músculo grande que se contrae y expande (sirve como fuelle para ayudar a los pulmones a recibir y expulsar el aire) aplasta así la boca del estómago y causa estos síntomas.
Por este motivo, tratar la ansiedad solo con fármacos que reduzcan la actividad muscular o nos relajen no es una solución a largo plazo. La respiración con 24 horas, y si vives con ansiedad es porque respiras de forma ansiosa la mayor parte del tiempo. La primera solución, entonces, es trabajar con tu mecánica respiratoria, para que sea una respiración completa, lenta, adecuada, que no cause síntomas ansiosos.
Esto es algo que trabajamos desde el inicio en un proceso de cambio, y ya desde los primeros días vemos mejorías. Es importante, aún así, que tu compromiso sea del 100%, ya que debemos aprender a respirar de forma natural con constancia y compromiso.
Llanto y angustia: ¿qué lo causa?
Es también común que las personas con ansiedad y depresión juntas suelan experimentar momentos de llanto. Sin embargo… ¿lloramos porque estamos tristes, o estamos tristes porque lloramos?
Esta pregunta, cuya respuesta parece tan obvia, es contra intuitiva. En Psicología contamos con evidencias que nos dicen que es más lo contrario a lo que creemos. Es decir: es el llanto lo que nos causa la tristeza, no al contrario.
El llanto no es tristeza, ya que a veces nos sentimos tristes o desanimados sin episodios de llanto, y a veces lloramos de alegría (o porque algo se introdujo en el ojo). El llanto es en realidad un mecanismo de liberación de la ansiedad. Sentimos tanta ansiedad, que solo el llanto la libera (nuevamente, debido a nuestra forma de respirar).
Sin embargo, el llanto ocasiona cada vez más desánimo. Por este motivo, debemos aprender a respirar y a gestionar la ansiedad y las emociones que están detrás de ella, así como los pensamientos intrusivos. Si vamos a la raíz del problema, lo solucionaremos de forma estable y con garantía.
Superar la depresión y ansiedad juntos
Ahora que ya sabes qué te ocurre de forma más profunda, el siguiente paso es solucionarlo de forma estable.
Si la relación entre ansiedad y depresión es que es la ansiedad la que causa el desánimo, el enfoque debe consistir en trabajar la ansiedad como objetivo principal. Para ello, debemos centrarnos en cómo entiendes y gestionas las emociones que te llevan hacia esos estados ansiosos (principalmente miedos, inseguridades, preocupaciones, etc.).
Nuestras emociones son un motor para nuestras ilusiones, decisiones, conductas, y también miedos. Cuando aprendemos a gestionarlas, podemos tener esa energía a tu favor en lugar de en tu contra.
Esto lo conseguimos con un proceso de cambio donde trabajemos de forma constante (no solo con sesiones eventuales) y donde no descuidemos ninguna parte de ti (emociones, autoestima, comunicación, relaciones, sistema de creencias, etc.).
El trabajo con el desánimo debe estar también centrado en que tu bienestar dependa principalmente de ti en lugar de factores externos que no puedes controlar. Con constancia, apoyo y compromiso, la ansiedad y el desánimo pasan a ser una experiencia desagradable pero mucho más eventual, y sobre todo, mucho menos limitante para tu vida. Voy a contarte cómo podemos conseguirlo.
Pasos para conseguir el cambio que necesitas
Lo habitual en un proceso de cambio es trabajar con sesiones, bien sea en consulta psicológica o de coaching. Sin embargo, este método resulta muy eventual para casos con ansiedad o desánimo, donde estas dificultades son diarias y muy pesadas.
Por este motivo, mi forma de acompañar es constante, es decir, cada día, para cada necesidad que tengas y sin límite de consulta. De esta forma, en función de tus necesidades, podemos ir trabajando con esas dificultades a medida que ocurran y ver cómo lo estás gestionando en ese momento para encontrar soluciones prácticas.
A su vez, trabajamos con herramientas semanales donde cuidamos todas las partes relacionadas (autoestima, relaciones, etc.), así como con tu respiración y también enfocados en disminuir los pensamientos intrusivos. También contamos con sesiones para que sea un proceso práctico y profundo, y que así ese cambio se interiorice en ti y se mantenga en el futuro.
El cambio nace en ti
Los seres humanos no podemos controlar lo que nos ocurre, y cuando tratamos de hacerlo nos frustramos, sentimos ansiedad y podemos caer en el desánimo. Sentir ansiedad en ciertos momentos de nuestra vida puede ser natural (en el primer día de trabajo, una cita, un problema de salud, una noticia inesperada, etc.), pero vivir con ella no es útil ni beneficioso en sentido alguno.
La relación entre ansiedad y depresión entonces es estrecha. La ansiedad nos lleva a la depresión o al desánimo, ya que es el motor de nuestro malestar.
Por esta razón, el cambio es posible si se da en ti, en cómo gestionas los acontecimientos, en cómo interpretas las situaciones, y sobre todo en cómo las gestionas. Si lo que buscas es solucionar el problema al 100% para vivir con más bienestar y apertura, recuerda que puedes agendar una sesión conmigo para que lo resolvamos.
Te envío mucha ilusión y esperanza. El cambio necesario es posible si nace de ti.
Gracias por pensar en ti,
Rubén