Empoderamiento humano

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4 claves imprescindibles para solucionar los conflictos interpersonales

Vivir conflictos a lo largo de nuestra vida es tan desagradable como natural. En muchas ocasiones, también son necesarios. Estas situaciones nos angustian, pero evitarlas hará que se repitan. Sin embargo, solucionar los conflictos interpersonales (entre dos personas, sea en la pareja, amistad o trabajo) no depende de complicadas técnicas… sino de una toma de consciencia y cambio personal que te beneficiará en todos los ámbitos de tu vida.

Tenemos que partir de un toma de consciencia: no podemos evitar los conflictos. Los conflictos suceden de forma natural en toda relación interpersonal por un motivo claro: somos seres humanos diferentes, subjetivos, con ideas y propósitos diferentes, y de ese encuentro surge bienestar, un vínculo que puede ser íntimo, y a la vez conflictos.

Solucionar los conflictos interpersonales depende entonces de varios aspectos:

  1. Que seas conscientes de por qué ocurren tus conflictos
  2. Que descubras qué puedes aprender de ti o cambiar para solucionarlos (y así aumentar tu bienestar)
  3. Que ese aprendizaje sea estable y te lleve a mejorar tus relaciones.

En este artículo vamos a profundizar en cómo solucionar los conflictos interpersonales desde 4 claves básicas pero también desde tu realidad psicológica y emocional. Vamos a por ello.

El origen de los conflictos

Un conflicto suele definirse como una discrepancia de intereses. ¿Pero qué es en un sentido psicológico y emocional? Un conflicto es, ante todo, una lucha de egos. Queremos algo diferente y queremos conseguirlo bien sea a través del otro, por encima de las ideas del otro o a pesar del otro. Esto te puede llevar a estas experiencias.

En la pareja: un conflicto surge por miedos e inseguridades. Tus expectativas no se cumplen, se generan exigencias, comparaciones, juicios de valor, y tu bienestar termina dependiendo más del comportamiento del otro que de ti. Esto perjudica tu autoestima y nos va llevando paulatinamente a la angustia y a una mayor inseguridad.

En la familia y relaciones amistosas o sociales: el conflicto es debido a un interés o necesidad no satisfecha o compartida por los otros. El origen es tratar de validar nuestras necesidades, comprobar si los demás nos tienen en cuenta o valoran, etc.

En el trabajo: aquí, el origen del conflicto está en tratar de conseguir objetivos personales (por más que los veamos necesarios y positivos) más allá del contexto en el que estamos (que puede establecer límites o distintos criterios). Esto nos lleva al enfado, lo cual supone estrés, y finalmente un mayor cansancio y desmotivación.

 El conflicto como oportunidad

Cuando nos dicen que el conflicto es una oportunidad es cierto. Vivir estas experiencias es desagradable, pero solucionar los conflictos interpersonales es una forma de conocerte, gestionar mejor tus emociones, mejorar tu autoestima y relaciones. La gran pregunta es: ¿cómo lo conseguimos?

4 claves para solucionar los conflictos

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los conflictos no siempre se resuelven consiguiendo lo que queremos.

A veces, lo que queremos no ocurre, y esto no quiere decir que el conflicto no se haya solucionado. Un conflicto se soluciona cuando las dos partes están de acuerdo, consiguen un bien común, o sencillamente se abandona una lucha que no lleva a ningún lugar.

En muchas ocasiones, la propia aceptación de los límites nos alivia (esto lo vamos a ver ahora con varios ejemplos, como hicimos antes).

Lo segundo en lo que tenemos que profundizar es que solucionar un conflicto no siempre depende de afrontarlo. Es una idea muy absoluta y actual pensar que solo afrontando conflictos los solucionamos. A veces, abandonar un conflicto (cuando no hay nada positivo en él) puede ser la mejor forma de solucionar tu estado de ánimo.

Vamos con las claves.

Primera clave: querer solucionar el conflicto (en lugar de vivir en él)

La primera clave es ser consciente de que, si estás viviendo un conflicto, quiere decir que la solución no depende solo de ti. Lo que depende de ti es tu actitud, cómo gestionas tus emociones, cómo te comunicas, cómo estableces límites y también cómo respetas el de otros.

Querer solucionar un conflicto implica que eres consciente de que no depende al 100% de ti, y que por lo tanto tratar de conseguir solo tus objetivos o deseos te llevará a frustrarte más.

Solucionar los conflictos interpersonales siempre depende de un punto de encuentro.

Segunda clave: Generar empatía

Para entender este punto de encuentro es necesario empatizar con el otro: en lugar de juzgar, tratar de entender por qué se llega a esta situación. La empatía te ayuda a escuchar de forma más activa y proponer soluciones más prácticas.

En la pareja: nos lleva a abandonar esa frustración tan típica de las exigencias o necesidad de control y nos centramos en entender lo que ocurre de forma más amplia. Esto te ofrece más apertura y aceptación, y a la vez también te ayuda a entender qué límites debes dejar claros.

En el trabajo: reducimos el estrés o las discusiones, fruto de la impulsividad y de una gestión emocional disfuncional.

Tercera clave: Adaptación

Solucionar los conflictos interpersonales siempre dependerá de adaptación. Tu bienestar debe depender principalmente de ti para que tu autoestima funcione, y en el trabajo, cualquier objetivo o proyecto que dependa de ti será positivo. Siempre que existen relaciones personales, la adaptación es lo que nos ayuda a descubrir ese punto de encuentro donde todo funciona lo mejor posible para ambas partes.

Cuarta clave: Conocer tus límites

Una vez que estamos dispuestos a solucionar, empatizar y adaptarnos, llega el momento de encontrar ese punto de encuentro con límites. Los límites no son negativos, ni rígidos, sino una forma de hacer valer nuestras necesidades y decisiones.

En la pareja o relaciones personales: conservar nuestro bienestar y compartir con el otro lo posible y adecuado, sin perder nuestra identidad y autoestima.

En el trabajo o proyectos: delimitar espacios y responsabilidades, saber qué es posible y qué no y reducir la incertidumbre.

 Las claves psicológicas y emocionales más importantes

En este artículo no has encontrado técnicas de resolución de conflicto porque, aunque son positivas, no nos llevan por sí mismas a solucionar ningún conflicto. El aspecto más importante es el psicológico y emocional.

¿Qué te lleva a repetir conflictos a lo largo de tu vida? (personales, de pareja o en el trabajo)

¿Cuáles son las emociones que te resulta difícil gestionar y que te llevan a ese conflicto?

¿Qué es lo que temes que puede ocurrir a consecuencia de ese conflicto? (detrás de todo conflicto siempre existe miedo e inseguridad a perder algo que valoramos)

La gran mayoría de conflictos no se resuelven con técnicas, sino con nuestro propio estado emocional. Por este motivo conocerte y aprender a gestionar tus emociones es el aprendizaje más importante para vivir con bienestar y relaciones más positivas. Las claves psicológicas y emocionales más importantes son:

En la web encuentras multitud de artículos relacionados con estos temas, que son los que trabajamos en un proceso de cambio personal y terapia (con psicología y coaching).

Si sientes que vives con demasiados conflictos y quieres que no te amarguen tanto, recuerda que puedes agendar una primera sesión exploratoria conmigo y vemos cómo podemos solucionarlo. Te envío muchos ánimos y calma.

Gracias por pensar en ti,
Rubén

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Rubén Camacho Zumaquero

Psicólogo y coach

Puedo ayudarte

Si quieres solucionar lo que te ocurre, agenda una sesión conmigo para conocernos, encontrar una solución estable y comenzar con tu proceso de cambio personal

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