Empoderamiento humano

sentimiento-de-culpa

Sentimiento de culpa: ¿cómo superarlo?

El sentimiento de culpa es una emoción desagradable que nos lleva a dar vueltas en círculo: pensamos en lo que ha pasado, en lo que puede pasar, y ante todo nos genera angustia y con el tiempo desánimo. Sentir culpa puede ser una experiencia necesaria en ciertos momentos de nuestra vida, pero vivir con un sentimiento de culpabilidad constante es un problema de otra naturaleza.

Sentirte culpable está profundamente relacionado con el miedo. Se trata de un miedo a cómo tus acciones hayan podido afectar, afectarán a otras personas, o incluso es posible que ese sentimiento de culpa esté relacionado contigo: cómo te comportaste, lo que hiciste, lo que pudieras haber hecho.

Cuando tenemos este tipo de dificultades emocionales es importante ir al problema de raíz para solucionarlo.

En este artículo vas a poder profundizar en qué significa el sentimiento de culpa, cómo se relaciona con otras partes de tu personalidad o con otras sensaciones (miedos, inseguridad, relaciones de pareja, autoestima) y ante todo, ver cómo puedes aprender a gestionarlo para que no te condicione tanto.

Lo que vas a leer proviene de la experiencia directa en consulta con las personas que vivían con un sentimiento de culpa y pudieron superarlo. También puede ser tu caso. A por ello.

El significado de la culpa en nuestra vida

En primer lugar: ¿es el sentimiento de culpa un problema psicológico?

Como con muchas otras emociones y situaciones de nuestra vida, todo depende de la intensidad, frecuencia y duración.

Sentir culpa en algún momento de nuestra vida es normal. La culpa es una emoción desagradable que nos informa sobre lo que no queremos en relación a cómo nuestras acciones afectan a los demás. Esto nos puede ayudar a cambiar nuestra conducta y crecer, pero… cuando es demasiado intensa, frecuente y duradera, te condiciona y limita.

¿Qué significa entonces la culpa? Es un estado emocional que te informa sobre cómo tú interpretas tus relaciones y sobre todo te ayuda a saber dónde están los límites.

Cuando vivimos con un sentimiento de culpa constante quiere decir que crees que el bienestar de los otros puede depender de ti y de tus acciones (esto es co-dependencia). Esto es lo que tenemos que tratar de solucionar.

Relación de la culpa con otras emociones

El sentimiento de culpa, como hablamos, es ante todo miedo. La culpa es el miedo a cómo tus acciones hayan podido afectar o afecten a las personas. ¿Pero de qué depende esto? Puede depender de lo que hacemos, pero ante todo depende también del otro, de sus procesamientos e interpretaciones… y esto es algo que no podemos controlar.

La culpa es entonces una manifestación diferente del miedo. Así como la inseguridad es un miedo relacionado con lo que crees sobre ti, la culpa es un miedo relacionado con las consecuencias de lo que haces.

Si trabajamos de raíz con estas emociones, podremos conseguir varios objetivos:

  • Que descubras cuáles son los límites en tus relaciones (qué depende de ti y qué no)
  • Que entiendas cuáles son tus miedos y aprendas a gestionarlos para que no te condicionen tanto
  • Que te sientas responsable ante tus acciones y esa sensación te ayude a mejorar, pero no culpable

Relación del sentimiento de culpa con la ansiedad

En ocasiones sentimos un sentimiento de culpa constante porque también está asociado a la ansiedad. La ansiedad es una forma de miedo que se ha generalizado y nos mantiene en un estado de alerta. Cuando esto ocurre, respiramos de forma rápida y superficial, de ahí el cansancio, la sensación molesta en la boca del estómago, etc. (lee este artículo para ver la relación de la respiración con la ansiedad).

Si vivimos en un estado ansioso, llegarán pensamientos intrusivos que aumentarán nuestro sentimiento de culpa. Por este motivo, si es tu caso, el primer paso que debemos dar es disminuir la intensidad de la ansiedad.

Cuando conseguimos esto todo comenzará a ser más fácil.

Sentimiento de culpa y autoestima: ¿Cómo se vinculan?

La relación de la culpa con la autoestima también es muy estrecha. Cuando sentimos culpa constante por lo que hacemos o creemos haber hecho en el pasado, implica que tu bienestar está dependiendo demasiado de factores externos que no puedes controlar (cómo se sienten los demás, qué te dicen, cómo te valoran, etc.).

Es importante entender que tu bienestar debe depender principalmente de ti, de tus acciones, interpretaciones y decisiones. De la misma forma, el bienestar de los demás depende de los demás. Las relaciones son una experiencia para compartir bienestar, vincularnos, conocernos y ayudarnos, pero no para coaccionarnos o hacernos sentir culpa.

Esto es una autoestima que no funciona: cuando tu bienestar no depende de ti. Si te ocurre, es también un objetivo imprescindible en tu proceso de cambio personal.

Una autoestima que te funcione

Solemos pensar que la autoestima es alta o baja, que la ganamos o perdemos, cuando en realidad esta visión tan volátil y vulnerable de la autoestima nos lleva también a sentirnos culpables.

La autoestima no es un objeto que se pueda ganar o perder, sino una forma de relacionarte contigo y con el mundo. Para que tu autoestima funcione de forma estable, tu bienestar debe depender principalmente de ti.

Por esta razón necesitas realizar estos aprendizajes:

  • Entender cuándo una situación es responsabilidad tuya o no
  • Saber dónde están los límites en tus relaciones
  • Conocer ante todo tus propios límites
  • Gestionar tus emociones para que en lugar de tanto miedo y culpa, vivas con más aceptación y confianza

Estos aprendizajes son esenciales. Vamos a ver cómo superar el sentimiento de culpa paso a paso.

Gestionar la culpa de forma funcional

Vivir sin sentirte nunca culpable puede que no sea posible (como dijimos, puede ser una experiencia que te ayude a conocerte mejor). Pero sí puedes vivir un proceso de cambio personal donde aprendas a gestionar lo que sientes y eso te aleje del sentimiento de culpa.

Vamos a ver cuáles son factores necesarios para que lo consigas.

Entender cómo gestionas tus emociones

El sentimiento de culpa es ante todo una emoción vinculada con el miedo. Toda emoción que sientes es un resultado de lo que interpretas y ante todo de cómo lo gestionas. Si ante situaciones de culpa insistes en disculparte, en querer estar con la otra persona, o en ceder partes de ti o de tus decisiones para adaptarte, estarás gestionando la culpa de tal forma que continuará aumentando.

Por esta razón es importante primero descubrir cómo gestionas tus emociones ahora, y luego comenzar a aplicar cambios que te lleven a gestionarlas de forma funcional, conocerte más, y así mejorar tu bienestar y tus relaciones..

Contar con un plan de acción

Para conseguir esto no nos sirve solo el deseo o sesiones donde te desahogues y reflexiones, sino que necesitamos contar con un plan de acción concreto que te lleve hacia el cambio que necesitas.

Un plan de acción te ayuda a buscar los cambios específicos que te ayuden a sentirte mejor, a disminuir la culpa, y en definitiva a conseguir mejorar tu vida y sensaciones.

Para diseñar el plan de acción perfecto necesitamos profundizar y hacerlo con un profesional que te acompañe (los planes de acción de internet no sirven demasiado).

Trabajar de forma integral

A su vez, es imprescindible trabajar de forma integral. Tus emociones se relacionan con tus creencias, con tu autoestima, con tu forma de comunicarte y relacionarte, y también con tus valores. Por esta razón es importante trabajar con todas las partes de tu persona.

De esta forma, conseguirás un cambio que perdure en el tiempo y donde te conozcas mejor.

Vivir un proceso de cambio definitivo

Conseguir el cambio que necesitas implica también una compañía más constante. Cuando asistimos a una consulta psicológica y luego tenemos que esperar a la siguiente sesión, perdemos muchas oportunidades de aprendizaje y nos falta ese apoyo. Por este motivo mi forma de acompañar es más constante, cada día, para cualquier necesidad que tengas.

Vivir un proceso de cambio definitivo implica que aplicamos cambios concretos pero a su vez profundos, donde vamos a la raíz del problema e interiorizamos lo que aprendas para que también te sirva en el futuro. Un proceso profundo conlleva compañía diaria, además de herramientas semanales, sesiones, etc.

Si es lo que quieres, el primer paso es agendar una primera sesión. En esta sesión podremos profundizar en qué te ocurre, cómo lo gestionas en tu caso y cómo pudiera ser diferente. Te envío muchos ánimos y confianza.

Gracias por pensar en ti,
Rubén Camacho
Psicólogo y coach

coach-personal

Rubén Camacho Zumaquero

Psicólogo y coach

Puedo ayudarte

Si quieres solucionar lo que te ocurre, agenda una sesión conmigo para conocernos, encontrar una solución estable y comenzar con tu proceso de cambio personal

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies