Dificultad de comunicación en pareja o amistosa: ¿cómo solucionarlo?
Los seres humanos somos seres sociales, afectivos y emocionales. Necesitamos comunicarnos para poder conectar y vincularnos. Cuando existe una dificultad de comunicación, bien sea en tu relación de pareja, amistosas o sociales, se genera malestar y aislamiento. ¿Cómo solucionarlo?
Los motivos más habituales que puede tener una persona para solicitar una consulta psicológica suelen ser problemas de pareja, autoestima, ansiedad o desánimo, discusiones en las relaciones, etc. Sin embargo, en la gran mayoría de procesos se detectan una dificultad de comunicación que causa todo lo demás.
¿Qué es lo que nos causa la dificultad de comunicación? ¿A qué nos lleva? ¿Cómo podemos cambiarla?
En realidad no se trata de cambiar tu comunicación sino los motivos que te llevan a esa dificultad. ¿Son miedos o inseguridades? ¿Te condicionan demasiado los demás?
En este artículo vamos a profundizar en cómo resolver esta dificultad de comunicación. Lo haremos según la experiencia directa en consulta con las personas a las que acompaño en sus procesos y consiguen resolverlo. Vamos a por ello!
La importancia de la comunicación en tu vida y relaciones
Suelo decir que detrás de cualquier tipo de problema en nuestra vida, sea con nuestras relaciones de pareja, personales o en el trabajo, tiene una base en una dificultad de comunicación.
¿Cuántos problemas de este tipo has tenido en tu vida que te han perjudicado en tus relaciones o incluso trabajo?
Comunicarte de forma muy impositiva, tener miedo de decir no, no saber poner límites, o comunicarte de forma opaca y no poder entender al otro o a hacerte entender. Este tipo de dificultades merman nuestro bienestar y dificultan nuestras relaciones a largo plazo…
Sin embargo, tu forma de comunicarte no es un rasgo de tu carácter o personalidad, sino que es un aprendizaje, totalmente condicionado por otras partes de ti: tus miedos, inseguridades, autoestima, gestión de la impulsividad o la impaciencia…
¿Qué tipo de dificultades te encuentras en tu vida con frecuencia debido a tu forma de comunicarte? Y sobre todo… ¿qué pasaría si tu comunicación cambiara?
Principales dificultades de comunicación
Los problemas con tu comunicación pueden causarte aislamiento, falta de conexión o incluso sentir que tu bienestar depende demasiado de lo que dicen los demás o cómo se comportan (esto afecta a tu autoestima).
A su vez, si no nos comunicamos de forma asertiva (lo cual implica que expresas lo que sientes y necesitas y también te lleva a poner límites sobre lo que no puedes o quieres) puede existir más estrés por acumulación de trabajo o por forzarte a adaptarte a situaciones que no te gustan y te hacen sentir mal.
Con el tiempo, esta dificultad de comunicación puede llevarte al desánimo o a la ansiedad (lee el articulo «Relación entre la ansiedad y la depresión o el desánimo).
Vamos a profundizar en las cuatro principales dificultades de comunicación
Comunicación impositiva
Cuando te comunicas de forma imperativa (“tienes que”, “debes hacer”, “dámelo ya”, etc.) se crea una fricción en las relaciones, lo cual genera falta de confianza.
Este problema de comunicación suele derivar de una dificultad a la hora de gestionar ciertas emociones, como la ira, la frustración, la impulsividad o la impaciencia.
Varias creencias pueden asociarse a esta dificultad: creer que no hay tiempo para perder, que los demás tienen razones ocultas, que perder el control puede ser peligroso, etc.
Comunicación opaca o sin límites
Cuando no ponemos límites ni decimos no, la relación continúa según los deseos del otro. Esto nos hace sentir aislados y perdemos propósito, sentido, y con ello se genera malestar.
Tener dificultades para poner límites es el problema más habitual… sin embargo, el ser humano nace sabiendo establecer límites.
El problema es lo que te lo impide: suele ser una dificultad a la hora de gestionar el propio miedo y la inseguridad. Miedo a la respuesta del otro, a lo que piense, a que se decepcione, enfade, etc.
Comunicación ambigua
Cuando la comunicación no es concreta sino que divaga, puede ser el resultado de cómo entiendes y gestionas la inseguridad. Esta dificultad lleva al aislamiento, a no poder hacerte comprender, comprender al otro, y las relaciones no fluyen ni avanzan.
Comunicación basada en juicios de valor y expectativas
Los juicios de valor y las expectativas, así como las comparaciones, son las características más habituales de un estilo de autoestima que no funciona.
Los juicios de valor implican que impones tu forma subjetiva de ver la realidad, y las expectativas son una forma de validar nuestros miedos. Esta comunicación se desarrolla según exigencias, culpas, reproches o tergiversaciones.
Vamos a profundizar ahora en las soluciones mediante tu propio cambio y aprendizaje personal.
Superar una dificultad de comunicación: un cambio para tu bienestar y autoconocimiento
Llegamos al punto clave.
¿Cómo puedes superar tu dificultad de comunicación?
Pensar en trabajar con la comunicación analizando cómo te comunicas y cambiando tus expresiones o formas de expresarte es una herramienta valiosa. Pero nada de eso cambiará de forma estable si no vamos a la raíz del problema.
La raíz de un problema o dificultad de comunicación suele estar en factores emocionales. Nuestros miedos e inseguridades nos llevan a comunicarnos de forma opaca porque tememos la respuesta del otro (que se enfade, que nos rechace, que piensen que no les valoramos o que no somos capaces, etc.).
Por otro lado, una comunicación imperativa es el resultado de la impaciencia y la necesidad de control (lo cual también implica miedo, impulsividad o ansiedad).
Vamos a ver cómo solucionarlo.
5 claves para superar tu dificultad de comunicación
Estas son ante todo las 5 claves que debemos trabajar en tu proceso de cambio para superar la dificultad de comunicación de forma estable:
Gestión emociones
Como habrás visto, las dificultades de comunicación tiene una base emocional. Cuando los seres humanos no ponemos límites es por miedo a la reacción del otro. Si te comunicas con reproches o exigencias, es por la necesidad de tener el control (miedo e inseguridad).
Si te comunicas de forma imperativa, es el reflejo de una dificultad para gestionar la impulsividad y la frustración. Aprender a entender y a gestionar tus emociones es el primer paso, y el más importante.
Somos seres emocionales y tus emociones te influyen en cada paso que das, en cada interpretación, creencia, decisión, y sí, también en tu comunicación. Pero las emociones no son las causantes de lo que ocurre, sino tu forma de gestionarlas.
Gestionar tus emociones te ayudará a entenderte, a entender, y desde ahí podrás trabajar con tu comunicación de forma más profunda.
Comunicación asertiva
Aprender a poner límites, de forma concreta, inmediata, también amable y según la verdad (lo que sientes, lo que puedes, lo que no puedes, etc.) te ayudará a gestionar el miedo, a crear relaciones más equilibradas y a mejorar tu autoestima.
Comunicación empática
A su vez, desarrollar tu comunicación empática te ayudará a conectar mejor con los otros, para entender qué quieren realmente decirte más allá de tus interpretaciones. Eso es realmente la comunicación: “conocer el significado de la comunicación del otro”, no lo que nosotros creemos.
La comunicación empática te ayudará a entender, a conectar, a confiar y a generar más paz y seguridad en ti.
Redefinir cómo ves las relaciones
Lo que realmente más te influye no son tus relaciones sino la forma en la que las ves. A veces vemos las relaciones como una necesidad según nuestros miedos, como una exigencia, como un pilar, y perdemos nuestro bienestar al depositar demasiada atención en factores externos. Según cómo veas tus relaciones, tu comunicación será una u otra.
Trabajar en tus relaciones te ayudará a construirlas de forma positiva, según la aceptación y la confianza.
Detalles de comunicación
La última clave sería trabajar de forma específica con los detalles de tu comunicación: los adverbios que usas, la formulación verbal, los gestos, etc. Esta gran parte es totalmente personal y subjetiva y ningún manual es tan eficaz como conocer cómo te comunicas tú y qué cambios específicos podemos aplicar.
¿Cuál crees que sería el cambio más importante para ti?
Un proceso de cambio y mejora para aumentar tu bienestar.
Conseguir cambios en nuestra vida depende ante todo de un trabajo personal. No podemos cambiar al mundo, a las personas o al contexto, pero sí la forma en la que entendemos y gestionamos lo que sentimos.
Tu comunicación es importante, vital, y trabajar en ti es lo que hará que ese cambio sea posible. Si es lo que quieres, un primer paso sería agendar una primera sesión exploratoria. En esa sesión podemos conocernos, profundizar en tu caso, encontrar una solución y ver cómo puedo acompañarte.
En mi caso, no acompaño solo con sesiones sino de forma más constante y profunda: cada día, para cada necesidad que tengas, sin límite de consultas, con herramientas semanales y sesiones.
Así, tu proceso será mucho más práctico, profundo, constante y flexible. Trabajarás con tu dificultad de comunicación, pero también con cualquier situación que sea importante para ti.
Te envío muchos ánimos y paciencia. Trabajar en tu comunicación es un proceso sutil, repleto de detalle. Lo más importante es que está en tu mano.
Mil gracias por pensar en ti,
Rubén Camacho
Psicólogo y coach