Cómo superar la frustración: ¿qué lo causa? ¿Cómo resolverlo?
En nuestra actual forma de vida sentir o vivir con frustración se ha transformado en algo habitual. La frustración es un estado emocional desagradable y que nos lleva a la parálisis. Con el tiempo, pueden llevarte al desánimo o a la desmotivación. ¿Por qué ocurre? ¿Cómo superar la frustración de forma estable?
Tiene sentido que ciertas situaciones nos frustren. Sentir que no te valoran o que una situación que no te gusta se repita, así como frustraciones hacia ti por algún conflicto que no consigues solucionar, te lleva a sentirte mal y tiene sentido que así sea. Sin embargo, vivir con demasiada frustración y de forma constante es un problema totalmente diferente.
La frustración es, como toda emoción, un estado que podemos aprender a entender y a gestionar. ¿Qué te lleva a frustrarte tanto? ¿Qué es lo que tratas de controlar y que se escapa de tu control? ¿Cómo lo gestionas?
El objetivo que tenemos en este artículo es que descubras cuáles son las causas de la frustración en tu caso, y sobre todo, que descubras cómo superar la frustración gracias a tu propio cambio y aprendizaje personal. Esto es lo que te ayudará a que sea un cambio estable.
Por supuesto: todo lo que voy a contarte está basado en mi experiencia directa en consulta como psicólogo y coach acompañando a personas que conseguían superar estas dificultades. Vamos a por ello.
El significado de la frustración en tu vida
¿Qué es realmente la frustración? Nos sentimos frustraciones con frecuencia por múltiples situaciones: lo que ocurre en tu relación de pareja, en el trabajo, no sentir satisfacción, que no te valoren, que se repitan los mismos problemas o que tu rutina no te guste…
Pero todos esos problemas se pueden resumir en uno: sentimos frustraciones cuando lo que ocurre no nos gusta y queremos cambiar… y esto implica que sientes la necesidad de tener el control, así como que tu enfoque está en factores externos (en lugar de en todo lo que puedes hacer para estar bien).
Los seres humanos podemos aprender esto con el tiempo, sobre todo en una sociedad y modo de vida con tanta tendencia a la comparación.
¿Qué es la frustración? La pudiéramos definir como un estado de ánimo desagradable y limitante que te lleva a enfocarte en las causas de tu malestar en lugar de en las soluciones. La frustración es muy parecida a la ira o enfado, solo con que menor intensidad y mayor duración. Sentir frustración suele venir acompañado de juicios de valor, expectativas y comparaciones.
¿Cómo puedes superar la frustración? No se trata de dejarla atrás, sino de entender por qué te frustras, cómo gestionas ese estado emocional y cómo pudiera ser diferente.
Causas de la frustración
El principal error que cometemos con la frustración es pensar que lo que te frustra es lo que te ocurre. Sí, es cierto que puede resultar frustrante muchos acontecimientos del día a día. Pero esto es inevitable y depende de un contexto que no podemos cambiar. La mayor parte de la frustración depende de cómo la entiendes y gestionas.
Vamos a ver cuáles son las principales 4 causas de la frustración para que entiendas cuál es tu caso.
Enfoque en factores externos
Cuando tu enfoque se centra en factores externos que no puedes controlar (cómo se comportan los demás, cómo te valoran, lo que ocurre, etc.) el resultado será inevitablemente frustración.
¿Por qué? Porque tener un enfoque en situaciones que se escapan de tu control nos hace percibir que no tenemos control sobre nuestro bienestar, lo cual nos frustra y desanima con el tiempo.
¿Dónde está tu enfoque? Y por supuesto, no se trata de «esforzarte» para conseguir que te valoren, sino que tu enfoque esté en tomar decisiones que te ayuden a estar bien, además de aceptar cuáles son los límites.
Estrés y frustración emocional
Cuando llevamos demasiado tiempo sometidos a situaciones de estrés terminamos por sentir frustración emocional (un estado frustrante muy persistente y más cercano al desánimo o la desmotivación que no a la ira o enfado).
Cuando esto nos ocurra suele ser debido a que no hemos sabido poner límites a tiempo, tanto a la situación como a tu papel dentro de ella. ¿Qué límites pudieras poner para aislarte más de contextos estresantes?
Expectativas y autoestima dependiente
Las expectativas son una forma de validar nuestros miedos e inseguridades, ya que toda expectativa consiste en observar lo que ocurre para comprobar si se ajusta a tus deseos y valores. Si hacemos esto es porque tememos que no ocurra.
Una autoestima dependiente también implica que tu bienestar no depende de ti. Para que funcione es necesario revisar tu sistema de creencias y tu forma de enfocar tus relaciones y vínculos más importantes.
Rutinas que te desgastan
Cuando llevamos una rutina que no nos gusta y no nos causa satisfacciones, el resultado siempre será la frustración. En este caso no se trata de salir de la rutina, sino de construir una rutina donde te proporciones bienestar.
El ser humano es un animal y necesita rutinas concretas para vivir con bienestar. Conseguirlo es una vía imprescindible y así es cómo superar la frustración se hace más posible y estable.
Superar la frustración gracias a tu propio cambio y aprendizaje personal
No podemos cambiar lo que te ocurre, pero sí puedes cambiar tu forma de entenderlo y gestionarlo. Gestionar la frustración forma parte de un aprendizaje global donde entiendes cómo gestionas todas tus emociones, cómo funciona tu autoestima, tus relaciones, tus decisiones y enfoque.
Conseguirlo implica un cambio global que te ayuda en todas las áreas de tu vida. Al aprender de ti, se tratará de un cambio y mejoría estable (y no solo temporal).
Estos son los 3 aprendizajes más importantes que necesitamos hacer.
Aceptación vs resignación
La resignación es una sensación parecida a la frustración. Nos resignamos porque lo que ocurre no nos gusta pero va acompañado de juicios de valor y comparaciones. La aceptación implica que entendemos que lo que ocurre es lo adecuado, no depende necesariamente de ti, y de esta forma te enfocas en lo que sí puedes gestionar y depende de ti: tus propias decisiones y bienestar.
Aprender a aceptar también nos lleva a saber establecer límites claros.
Gestionar tus emociones de forma funcional
La frustración es una emoción similar a la ira pero también relacionada con miedos e inseguridades. Aprender a gestionarla es un aprendizaje relacionado con todas tus emociones. Para esto necesitamos entender cómo las gestionas ahora e ir aplicando cambios paulatinos que te lleven a entender mejor lo que sientes.
Enfoque y rutinas
Como hablamos, trabajar con tus rutinas es imprescindible. En un proceso de cambio analizamos qué sueles hacer para gestionar tu frustración y cuáles son tus rutinas actuales. Si tu enfoque está en el otro o en lo que ocurre perdemos oportunidades para trabajar con tus decisiones y bienestar.
Que tu bienestar dependa de ti
Conseguir el cambio y mejoría que necesitas es posible si se da en ti. Cuando un proceso de cambio consiste solo en sesiones puede resultar algo eventual y esto también te frustre. Por este motivo mi forma de acompañar es diferente y más constante. En estos casos acompaño de forma diaria, para cualquier necesidad que tengas. Así, podemos trabajar con lo que te ocurre en cada momento y sentirás la compañía.
Además, trabajaremos con todas las partes de tu personalidad (creencias, autoestima, comunicación, emociones, relaciones) así como con sesiones más eficientes. De esta forma conseguimos que consigas la mejoría que necesitas al 100%.
El primer paso es agendar una primera sesión exploratoria conmigo. En esta sesión vemos qué ocurre y cómo podemos solucionarlo. Te envío muchos ánimos y ante todo confianza.
Gracias por pensar en ti,
Rubén