Cómo superar la codependencia y recuperar tu bienestar
Las personas somos seres naturalmente emocionales y afectivas. Nos vinculamos con los demás y en las relaciones encontramos una de la experiencias más importantes de nuestra vida. Sin embargo, cuando las relaciones están cargadas de dependencia o codependencia, sentimos malestar, angustia e incluso una ansiedad que con el paso del tiempo se transforma en desánimo. ¿Por qué sentimos que dependemos tanto de los demás? ¿Cómo resolverlo?
La salud de nuestras relaciones impacta significativamente en nuestro bienestar, ya sea en la pareja, la familia, la amistad o el entorno laboral. No obstante, cuando nuestro estado de ánimo está demasiado ligado al de los demás, surge una incomodidad que genera estrés. Esto es lo que se conoce como codependencia.
¿Qué significa esta dificultad?
La dependencia emocional o afectiva ocurre cuando tu bienestar está excesivamente influenciado por los demás (por sus acciones, palabras o actitudes, entre otros). En cambio, la codependencia se caracteriza por una preocupación constante por el estado emocional de otra persona, llegando al punto en que sientes que su bienestar depende de ti.
Dependencia: cuando tu bienestar depende de lo que hace el otro
Codependencia: cuando sientes que el bienestar del otro depende de ti.
Esto nos hace sentir culpa y desmotivación, hasta tal punto de que perdemos nuestra identidad.
En función del área de nuestra vida (pareja, familiar, amistosa) este problema tiene distintas consecuencias.
Relación de pareja: se cede por completo ante las opiniones del otro (o las necesidades que creemos que tiene).
Amistades o relaciones personales: perdemos nuestra capacidad de ser asertivos y, en cierto modo, nuestra propia identidad.
Ámbito laboral: acabamos asumiendo más tareas y responsabilidades de las que nos corresponden. Sin importar el contexto, el desenlace es siempre el mismo: ansiedad, fatiga y malestar emocional.
Si tienes esta dificultad (o conoces a alguien que la tenga), la buena noticia es que puede resolverse. Los seres humanos no nacemos dependientes o co-dependientes, sino que desarrollamos este patrón psicológico y emocional con el tiempo y a través de experiencias que nos han impactado. En este artículo vamos a profundizar en cuáles son sus causas y cómo resolver este problema de forma estable.
Todo lo que vas a leer está basado en experiencia directa en terapia acompañando a personas que tenían esta dificultad (en este enlace puedes leer testimonios reales). El objetivo es que tú comiences a resolverlo también desde hoy mismo.
Consecuencias
La codependencia, entonces, es una manera de establecer relaciones personales que provoca ansiedad y angustia, ya que tu bienestar y sensación de seguridad dependen de cómo percibes el estado o las necesidades de esos lazos. Claro está, cuando formamos relaciones saludables, nos importa el otro. La codependencia, en cambio, es una preocupación que genera un malestar continuo.
La codependencia nos impulsa a querer controlar, a sentir inseguridad, y a pensar que la otra persona está pasando por dificultades que debemos solucionar o apoyar, incluso cuando está fuera de nuestras posibilidades o más allá de lo que la otra persona desea. Además, nos provoca sentimientos de culpa, ya que tendemos a asumir que el sufrimiento del otro es nuestra responsabilidad.
De esta forma, nuestras relaciones están condicionadas por la dependencia, la culpa y una pérdida de identidad así como olvido de las necesidades propias.
En esencia, este problema es el reflejo de una dificultad psicológica y emocional relacionada con la autoestima, lo cual se refleja en que cedemos demasiado o no ponemos límites claros.
Vamos a analizar las principales causas que nos llevan a esta forma de relación disfuncional.
Causas
Uno de nuestros mayores miedos cuando tenemos esta dificultad es creer que, si solucionamos el problema y ya no nos relacionamos desde esa codependencia, perderemos nuestras relaciones o vínculos. Saber gestionar estos miedos es lo que nos permitirá encontrar soluciones. Nuestros vínculos, para que merezcan la pena, necesitan ser positivos. Todo tipo de dependencia nos resta autonomía y bienestar emocional.
Has podido desarrollar esta dificultad por cuatro factores (o una combinación de ellos).
Gestión de emociones
Hasta ahora hemos mencionado diversas emociones. La codependencia provoca angustia y ansiedad, pero su raíz se encuentra en miedos e inseguridades que no hemos logrado manejar de manera efectiva. También experimentamos culpa, preocupación excesiva (que puede desencadenar rumiados o pensamientos intrusivos, típicos de la ansiedad) y frustración.
Sobreproteger al otro
La sobreprotección, en su núcleo, es una necesidad de control impulsada por el temor a las posibles consecuencias. Este problema se manifiesta a través de diversas conductas: estar excesivamente pendiente del otro, buscar constantemente información, asumir tareas en exceso, sacrificar tus propias necesidades, entre otras.
Estas conductas se perpetúan y constituyen la raíz del problema, por lo que resulta crucial implementar un plan de acción específico para abordarlo de manera profunda y duradera.
Tu forma de construir relaciones
La manera en que abordamos las relaciones también influye en ellas. Si consideras que una relación es una oportunidad para «rescatar» al otro, o donde te preocupas excesivamente por sus problemas, es probable que desarrolles codependencia. En cambio, una relación saludable es, ante todo, un lazo íntimo entre dos personas que enfrentan sus propios desafíos, pero donde cada uno es responsable principalmente de su propio bienestar.
La autonomía personal, los límites y el espacio propio son claves esenciales para construir relaciones sanas (íntimas, personales o laborales).
Problemas de comunicación
Es importante también examinar cómo nuestra forma de comunicarnos contribuye a estos problemas. Si la comunicación es vaga y carente de asertividad, se incrementa la ansiedad y, con el tiempo, surgen explosiones de ira. La falta de comunicación asertiva también puede llevarnos a perder nuestra identidad personal, ya que no tomamos decisiones por nosotros mismos, lo que, a su vez, nos desmotiva progresivamente.
¿Qué crees que te ha llevado a esta situación? Conocer las causas es importante, ya que nos permite afrontar las soluciones.
Si quieres profundizar más en los problemas de adicción que pueden generarse, te recomiendo visitar el artículo de esvidas titulado Cuando el amor enfrenta la adicción ¿Cómo apoyar sin volverte codependiente? Guía completa para parejas de adictos
Superar la codependencia de forma estable
Una de las dificultades más importantes en cualquier ámbito emocional o psicológico es pensar que ese problema «forma parte de ti». Como si se tratara de un aspecto de tu personalidad.
La codependencia u otros patrones de relación son aprendidos y pueden desaprenderse. En mi experiencia, uno de los límites más habituales es vivir un proceso de cambio y terapia solo con sesiones, ya que termina por resultar un método eventual. Por esta razón mi forma de acompañar es totalmente constante, cada día y sin límite de consulta. De esta forma podemos abordar tus dificultades en cada momento. Además, trabajamos con herramientas semanales y sesiones, con el objetivo de resolver lo que ocurre al 100% y de forma estable.
En este caso tenemos que profundizar en estos cinco aprendizajes:
Cómo gestionar tus relaciones para encontrar seguridad
Aquí exploraremos cómo abordas tus relaciones y qué aspectos podemos modificar para que tu bienestar dependa, al menos en su mayoría, de ti. De esta manera, también estableceremos límites que te ayuden a sentir más aceptación y confianza en relación con los demás.
Gestionar tus emociones
Este aprendizaje es clave para resolver el problema en su origen, ya que somos seres emocionales y nuestras emociones influyen en cada área de nuestra vida. Recuerda que no se trata de controlar (ya que todas las emociones son, por naturaleza, incontrolables), sino de gestionarlas, comprenderlas y asegurarnos de que tengan la intensidad, frecuencia y duración adecuadas.
Enfoque integral
Es necesario trabajar con todas las facetas de tu personalidad, no solo con el problema en sí. Si nos centramos únicamente en el problema y lo que está ocurriendo, estaremos abordando solo la superficie. Para que el cambio sea verdadero y profundo, debe venir de ti y del trabajo personal. Por eso, trabajamos con tus emociones, tu sistema de creencias, tu autoestima, tus relaciones, tu comunicación, tus valores y tu autoconocimiento.
Plan de acción
Contar con un plan de acción específico es esencial para modificar lo que estás viviendo, adaptado a tus necesidades y posibilidades.
Compañía constante
Finalmente, contar con acompañamiento constante es muy útil, ya que te brinda apoyo ante cualquier duda o situación diaria. De esta forma, en momentos complicados, puedes encontrar ayuda sin tener que esperar a una sesión programada.
Si es lo que quieres, puedes agendar una sesión conmigo en este enlace (agenda sesión exploratoria). En esta sesión podremos profundizar en tu situación y ver cómo resolverlo de forma estable mediante tu propio aprendizaje personal.
Te envío muchos ánimos y confianza,
Rubén Camacho
Psicólogo