Empoderamiento humano

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Cómo las emociones afectan a tu salud (y cómo hacer que te ayuden a sanar)

Uno de los factores imprescindibles para vivir con bienestar es la salud. A todo ser humano alguna vez le ha pasado: vivir con estados emocionales desagradables, discusiones de pareja, desánimo, estrés, dolores de cabeza, problemas de estómago, y ante todo por causas emocionales. Pero, ¿cómo las emociones afectan a tu salud exactamente?

En primer lugar tenemos que definir qué es salud. La salud es la capacidad de tu propio organismo para estar bien. Cuando sufrimos cualquier problema, tu organismo tiene herramientas para curarse. Ocurre con las plaquetas al cerrar una herida, o durante el sueño (tu cuerpo se recupera). Cuando tenemos un problema de salud es porque ya hemos superado el límite.

Las emociones juegan aquí un papel fundamental. Cuando no sabemos entender y gestionar ciertas emociones y las sentimos con demasiada intensidad, frecuencia y duración, pueden causarnos problemas de salud (por su implicación química y hormonal en el cuerpo, además de por la respiración, tensión muscular, etc.)

¿Cómo las emociones afectan a tu salud? ¿Y cómo podemos hacer que tus emociones te ayuden precisamente a mejorar tu salud?

Vamos a verlo con profundidad en este artículo… y también vamos a ver qué no es cierto en esta relación

Emociones, salud y conflictos no resueltos. ¿Verdad o mito?

Sabemos que las emociones afectan a tu salud, ¿pero es cierto que sentimos ciertas emociones por conflictos no resueltos del pasado? ¿Hasta qué punto los traumas se reflejan en tu salud?

Lo más importante que tengo que decirte sobre esto, como psicólogo, es que tengas mucho cuidado con estas frases. Hoy día vivimos en el mundo de la sobre información, donde se dice de todo con tal de captar tu atención. ¿Cuáles son las evidencias que tenemos en Psicología sobre esto?

Por suerte, son muy claras. ¿Son las emociones o los conflictos no resueltos las causas de tus problemas de salud? De forma tajante, no.

La salud es un complejo, y nunca depende de un único factor. Nuestro organismo funciona de forma integral y holística. Un dolor de estómago, una gastritis o dolores de cabeza, pueden estar causados por múltiples factores (alimentación, infecciones ocultas, estrés, etc.). Decir que existe un trauma emocional es no entender cómo funcionan las emociones.

Lo que sí sabemos, es que tu forma de entender y gestionar tus emociones afecta a tu salud de forma directa, aunque no sea la única causa. Vamos a ver cómo.

La influencia de tus emociones en tu salud

Los seres humanos somos seres emocionales, y esto quiere decir que sentimos emociones las 24 horas del día. Te condicionan en tu estado de ánimo, en tus interpretaciones, en tus decisiones, en tu forma de vivir, relacionarte y comunicarte (incluso, condicionan tus sueños cuando duermes).

Pero tus emociones no son las responsables de nada… sino tu forma de entenderlas y gestionarlas.

Todas nuestras emociones son en sí mismas positivas. Enfadarnos, o sentir cierta inseguridad a veces, tiene una función positiva (protegerte, adaptarte, aprender, etc.). Pero si no las gestionas de forma funcional (mediante tus comportamientos) pueden llegar a ser demasiado intensas, frecuentes y duraderas).

Aquí es donde está el problema. Sentir ira durante demasiado tiempo puede causarte estrés, problemas en la piel, agotamiento general o incluso dolor en las articulaciones. Sentir miedo, inseguridad o ansiedad durante demasiado tiempo puede llevarte al desánimo, y de ahí, a agotamiento general.

¿Cómo solucionar los conflictos emocionales?

Las emociones, en realidad, no son ningún conflicto. Cuando decimos que hacemos algo por «necesidad emocional», no estamos comprendiendo nuestras emociones. Las emociones no necesitan nada. Si recurres a la comida de forma impulsiva, no es por una necesidad emocional no resuelta, sino porque esa es tu forma de gestionar ciertas emociones (ansiedad, angustia, inseguridad, etc.)

Cualquier tipo de situación conflictiva que vivas en tu vida (sea algo que vives desde hace tiempo o una situación nueva que no sabes cómo gestionar) solo tiene una posible solución: desde tu propio cambio personal.

No podemos controlar lo que ocurre fuera, pero sí puedes aprender a conocerte y a gestionar lo que sientes y tus emociones de forma funcional para aprender de ti y seguir creciendo.

Esta es la base de un proceso de cambio personal. Es posible y necesario trabajar con tu sistema de creencias, con tus relaciones, con tu comunicación o con tu autoestima, pero cualquier proceso que descuide la base emocional se quedará irremediablemente cojo. ¿Por qué? Porque somos seres emocionales, y las emociones te condicionan en tu forma de pensar, sentir, decidir, actuar, comunicarte… y sí, también en tu salud, pero quizá no como crees.

Te dejo este vídeo donde te lo explico todo con más detalle

Ansiedad, ira y desánimo: emociones que afectan a tu salud

Ahora vamos a centrarnos en tres emociones o estados de ánimo en concreto: ansiedad (que no deja de ser un miedo intenso que se ha generalizado o con el que has aprendido a convivir), ira y desánimo.

Estas tres emociones son probablemente las que más afectan a nuestra salud. Vamos a profundizar en cada una de ellas y en cómo nos afectan.

Ansiedad y cómo afecta a tu salud

La ansiedad es un estado de miedo que se ha generalizado (si quieres aprender todo sobre la ansiedad y cómo resolverla, haz clic aquí).

Al estar en un estado ansioso, estás también en un estado de alerta, lo cual condiciona tu forma de respirar, que se vuelve más súperficial y rápida.

Los movimientos del diafragma son entonces más rápidos y presionan la boca del estómago, causándote esa sensación de dolor en el pecho tan habitual. Con el tiempo, también puede ocasionar problemas de estómago (ardores), dificultades respiratorias, mareos (por falta de oxígeno) o cese del hambre.

Esto es algo muy habitual que ocurra cuando existen conflictos en la pareja o rupturas. Sentimos ansiedad por la incertidumbre que causa, y una forma de respirar ansiosa (rápida y superficial) causa falta de hambre (el diafragma presiona a tu estómago) o gastritis después de comer.

Los problemas de ansiedad también suelen causar los famosos atracones de comida, porque nos reportan un bienestar instantáneo y porque así entramos en una fase digestiva y paramos la respiración ansiosa (los atracones siempre son con comida procesada que cuenta con elementos adictivos. Nunca nos damos un atracón de fruta, por ejemplo).

Importante: que vivas con estos síntomas no quiere decir que tengas ansiedad. Pueden ser debidos a otras dificultades (esto puede ocurrirte incluso por alimentarte con comida industrial y procesada o por la falta de sueño). Sin embargo, si vives con ansiedad, es habitual que tengas estos síntomas.

Enfado y cómo afecta a tu salud

Otra emoción difícil y recurrente: la ira y las discusiones, algo muy habitual en las relaciones de pareja o también familiares (puede ocurrir también con los hijos).

La ira es un estado activo y desagradable en tu organismo, que además de causarte una forma de respirar ansiosa, implica una segregación de cortisol en tu organismo. Esta sustancia, que ante todo tiene como función la vasodilatación, puede ocasionarte cansancio, erupciones cutáneas, así como afectar a tu sistema inmunólogico y que tengas más dificultad con procesos víricos.

Si vives con una constante sensación de enfado, frustración, rencor o desconfianza, con el tiempo tu organismo también se resentirá.

Desánimo, culpa, y cómo afecta a tu salud

El desánimo y la culpa son emociones que nos llevan hacia un estado pasivo del organismo, con el cual, perdemos todos los beneficios de una vida activa. Para sentir aceptación, confianza, ilusión y alegría, el ser humano necesita tener una vida activa y practicar ejercicio con regularidad.

El ejercicio no es una moda de unos pocos, sino una tendencia natural y saludable de todos los mamíferos. Los humanos, que vivimos en urbes y según un modo de vida sedentario, lo necesitamos incluso con más frecuencia.

¿Por qué sentimos desánimo o culpa de forma muy recurrente? El desánimo o tristeza suele ser una consecuencia del agotamiento que provoca la ansiedad, así como de llevar una rutina de vida que no te causa satisfacciones (también se asocia a una comunicación poco asertiva, donde no pones límites o cedes demasiado ante los demás).

La culpa es una forma de miedo, donde vinculas tus acciones con el malestar de los demás. Con el tiempo, ambas emociones afectan a tu salud causando una falta de actividad y cansancio, lo cual se vincula con otras dificultades para causar más malestar.

Estos son tres ejemplos concretos y con evidencias de cómo las emociones afectan a tu salud. Pero, ¿cómo lo resolvemos de forma estable?

Mejorar tu salud y bienestar gracias a tu cambio personal

Si bien la salud no es una consecuencia única de las emociones, aprender a entender y a gestionar tus emociones sí te ayudará a mejorar tu salud.

La clave está en que entiendas que lo que sientes no es debido a lo que te ocurre, sino a cómo interpretas lo que ocurre, y tu interpretación depende a su vez de tu estado emocional. ¿Y de qué depende tu estado emocional? De cómo gestionas tus emociones mediante tus comportamientos.

Esta es la buena noticia: puedes aprender a entenderte, a conocerte más, a gestionar lo que sientes, a construir una autoestima más funcional, para vivir y relacionarte con más aceptación y confianza.

Sin duda, será un paso de gigante hacia una vida más saludable, que siempre deberá incluir una vida activa según una alimentación adecuada y fisiológica (tanto por el tipo de alimento como por su combinación, cantidad y frecuencia).

Ahora eres tú quien toma la decisión hacia su mejora personal. Si quieres vivir un proceso de cambio práctico y profundo, donde cuentes con compañía constante y flexible, no dudes en agendar una primera sesión exploratoria conmigo vía Whatsapp. Lo único que necesitas es el compromiso absoluto para solucionar lo que te ocurre.

Te envío muchos ánimos, y recuerda que la salud  es la propia capacidad de tu organismo para recuperarse y estar bien.

Gracias por pensar en ti,
Rubén

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Rubén Camacho Zumaquero

Psicólogo y coach

Puedo ayudarte

Si quieres solucionar lo que te ocurre, agenda una sesión conmigo para conocernos, encontrar una solución estable y comenzar con tu proceso de cambio personal

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