Las 6 creencias limitantes más comunes (y cómo superarlas)
Desde hace algunos años se ha popularizado el concepto de creencias limitantes: formas de verte a ti y al mundo que te limitan y bloquean. Pero, ¿cuáles son las creencias limitantes más comunes? ¿Cómo nos afectan?
Aunque este concepto suele asociarse al coaching, en realidad las creencias limitantes se trabajan en Psicología desde hace décadas. Sin embargo, las creencias limitantes no son lo que creemos.
Los seres humanos vivimos con un sistema de creencias que nos ayuda a vivir y a adaptarnos al mundo. Todas las creencias son en esencia limitantes porque son subjetivas.
Las creencias son necesarias, pero ojo, tus creencias son una interpretación de la realidad, no la realidad. Por eso, a veces una creencia que tengas sobre ti, sobre los demás o sobre el mundo puede limitarte en lugar de ayudarte a crecer. Hoy voy a contarte cuáles son las 6 creencias limitantes más comunes que he encontrado en los últimos 10 años acompañando a personas a conseguir cambios en su vida como psicólogo y coach y cómo superarlas.
La importancia de las creencias en tu vida personal y bienestar
En primer lugar, ¿qué es una creencia? ¿Qué es un sistema de creencias?
Una creencia es una interpretación subjetiva de lo que ocurre, de ti y del mundo. Tu sistema de creencias es ese conjunto de creencias con las que vives de forma constante (porque tus conductas son coherentes con esa forma de interpretar la realidad).
Algunas creencias pueden ser estas:
- Necesito una pareja para estar bien
- Necesito vivir de forma independiente para sentir seguridad
- Las personas son egoístas por norma general
- Mi pareja no me valora si no tiene determinadas conductas
- Es necesario ser autoexigente y dar todo para que te valoren en el trabajo
Lo que tienen en común todas estas frases es que son subjetivas. Los seres humanos vivimos en nuestra pequeña burbuja, que vamos cambiando con el tiempo. ¿Qué es una creencia limitante? Aquella que te limita y bloquea demasiado y con la que llevas demasiado tiempo viviendo.
Cómo te afectan las creencias
Tus creencias pueden ayudarte a crecer y a mejorar tu vida o, por lo contrario, amargártela. Esto te puede ocurrir en relación a tus emociones, tu autoestima, tus relaciones personales o de pareja, o también en tu trabajo, profesión o emprendimientos. Así que, créeme, conocer tus creencias y saber superarlas es fundamental para que crezcas como persona.
Ahora, ¿cuáles son tus creencias limitantes más comunes? ¿Cómo puedes superarlas para superar lo que te ocurre?
En un proceso de cambio (con psicología y coaching) trabajamos siempre las creencias limitantes. Es importante que tengas en cuenta estos aspectos:
- Las creencias no son negativas en sí mismas, sino que son necesarias
- Las creencias siempre van a depender de tus conductas. Por lo tanto, el cambio no llega trabajando solo con esas creencias, sino con tu comportamiento y comunicación
- Las creencias se relacionan con tu autoestima, gestión de emociones, enfoque de las relaciones… por lo tanto, debemos trabajarlo todo en su conjunto.
Vamos a ver ahora cuáles son las 6 creencias limitantes más comunes (y que encuentro con frecuencia en procesos de cambio y terapia acompañando a personas).
Las 6 creencias limitantes más comunes
Estas creencias limitantes más comunes se presentan en casi cualquier persona. Puede tratarse de un problema de pareja, de autoestima, emocional o del estado de ánimo. También se dan en la vida personal, social, de pareja o laboral. Son muy recurrentes y están presentes en cualquier contexto.
Trata de profundizar en cuáles pueden ser las más limitantes para ti.
Yo soy así
Esta es la creencia limitante más común. Si sueles pensar y sobre todo decir que «yo soy así», probablemente te estés dejando atrapar por esta creencia limitante. Al decir y pensar eso, te estás cerrando puertas, ya que piensas que eres de «esa forma» y no puedes cambiar o ser de otra.
En definitiva, te estás identificando con no eres realmente tú, sino una creencia sobre ti que está en tu mente. Al creer esto, te resistes al cambio, te apegas a lo que crees que eres.
Esta creencia se encuentra de forma profunda tras otras creencias, como «yo debo hacer esto porque es mi personalidad»; «lo que hice es correcto porque yo debo hacerlo así». En definitiva, es una creencia limitante construida por juicios de valor, siempre subjetivos y que en muchas ocasiones no nos permiten avanzar.
El mundo es de tal manera
Esta creencia limitante solo te sirve para una cosa: para evadir tu responsabilidad con respecto a tu bienestar y desarrollo personal y profesional, así como para «creer» que es el exterior el que te limita en lugar de tú.
Por supuesto, el contexto es muy importante y siempre existen límites reales en el mundo exterior, en la sociedad, la cultura, etc. Pero salvo que se trate de una circunstancia drástica, eres la única persona responsable de elegir cómo quieres relacionarte con ese mundo exterior.
Esta creencia sirve para describir al «mundo» o a las personas, algo tan complejo y abstracto, de forma rígida y absoluta para así darle poder a nuestra creencia limitante y seguir alejándote de aprendizajes.
Los demás son los que deben cambiar
Con esta creencia, nuevamente se evade la responsabilidad y te alejas de tus oportunidades, además de considerar que los demás deben cambiar para ajustarse a ti. Pero como sabes… eso no va a ocurrir.Esta creencia refuerza la creencia de «yo soy así». Esta rigidez nos impide el cambio, el aprendizaje, el avance, el desarrollo.
Necesito a alguien para sentirme bien
Esta creencia limitante es una de las más comunes en el mundo. En nuestras sociedades, nos acostumbramos a relacionarnos de forma condicionada, como si las relaciones personales fueran meras transacciones comerciales. Así, generamos creencias de dependencia hacia los demás, ya que consideramos que necesitamos lo que los demás nos dan (creemos que nosotros mismos no podemos generar lo que necesitamos).
En resumen: todas nuestras sensaciones afectivas, emocionales y de autoestima dependen de factores externos que no podemos controlar, perjudicando así nuestra autoestima.
Pero ojo, esto no solo ocurre con las relaciones sentimentales. También puede ocurrir en general, con respecto a cualquier persona, o incluso en el trabajo. ¿Eres de esas personas que acumulas el trabajo de los demás porque crees que sin ti no va a poder conseguirse nada? Es también una co-dependencia, que se basa en la creencia limitante opuesta: «los demás me necesitan».
La vida afectiva en las relaciones personales fluye cuando nosotros estamos bien y ofrecemos lo que queremos experimentar. De esta forma, también lo recibimos. Esta creencia nos impide experimentar relaciones sanas.
No puedo ni debo cambiar
Esta creencia limitante solo sirve para valorar de forma negativa y pesimista nuestra capacidad para el cambio, incluso la enjuiciamos como negativa. Valoramos el cambio como una pérdida de identidad, en lugar de considerar que el cambio, el aprendizaje y el autoconocimiento te ayuda a conocerte mejor.
Mi interpretación sobre la realidad es la realidad
Las creencias, en definitiva, son uno modo de interpretación de la realidad, no la realidad. Las creencias limitantes nos hacen creer que lo que sentimos es la realidad.
Esta creencia solo te sirve para que creer que tienes razón. Eso te impide descubrir un mundo infinito que va más allá de las limitaciones personales.
Recuerda que «el mapa no es el territorio». Y si ves más allá de tus límites y creencias, descubrirás un mundo mucho más rico y con infinitas posibilidades. Esta creencia solo te sirve para cerrarte y seguir tal y como estás.
Superar tus creencias poniéndolas a prueba
¿Cómo podemos superar esas creencias limitantes tan comunes?
No se trata de trabajar solo con ellas (eso es un ejercicio de reflexión interesante, pero que no promueve necesariamente un cambio), sino de aplicar cambios específicos que nos ayuden a desafiar esas creencias.
Lo que creemos e interpretamos depende de lo que sentimos, y esto a su vez depende de nuestro comportamiento, rutinas, actitudes habituales. Por este motivo, toda creencia se adapta a lo que haces. Para que la creencia cambie, debemos cambiar primero la conducta.
Conocer tus creencias te ayuda a ser más consciente de cómo puedes aprender a gestionar mejor lo que sientes, construir relaciones más positivas y superar tus dificultades.
Pautas esenciales para superar creencias limitantes
Ojalá fuera tan fácil como leer un libro de auto ayuda! Pero no, no lo es. Sin embargo, tampoco es algo imposible. Se consigue con un proceso de cambio o terapéutico donde tengamos en cuenta todos estos factores:
- Trabajar con tu forma de gestionar lo que ocurre (no solo con el problema de forma superficial
- Valorar todos los aspectos de tu personalidad (emociones, creencias, autoestima, comunicación, relaciones)
- Que cuentes con apoyo constante (no solo con sesiones eventuales sino con más herramientas y apoyo)
- Que el trabajo con tus creencias venga acompañado siempre de un plan de acción
- Que sea un proceso práctico, profundo y completo
Esta es la forma de que tu proceso de cambio y terapia sea una inflexión en tu vida, un antes y después que lo cambie todo. Si es lo que quieres y necesitas, recuerda agendar una primera sesión conmigo y vemos qué ocurre y cómo podemos solucionarlo. Te envío muchos ánimos.
Gracias por pensar en ti,
Rubén