Autoestima infantil: cómo se construye y cómo ayudarles
La autoestima infantil o cómo acompañar y ayudar a los más pequeños (sean tus hijos o alumnado) es un objetivo que a todo ser humano le preocupa. Porque la autoestima es una relación con uno mismo que se forja durante toda la vida, pero en la infancia se desarrollan los aprendizajes más importantes. ¿Cómo podemos acompañar para que la autoestima infantil se desarrolle de la mejor forma?
En este artículo no vamos a dar breves tips, sino que vamos a profundizar en estos conceptos:
- Qué es realmente autoestima infantil (qué es autoestima y cómo se desarrolla en la infancia)
- Los factores más importantes para que la autoestima infantil funcione
- Cómo conocer esto nos puede ayudar en la vida adulta
Si profundizamos en esto, probablemente te sorprendas. Tanto si tu interés es familiar como docente o personal, vamos a resolver esas dudas y también tendrás la oportunidad de comenzar a aplicar cambios concretos que lleven a una mejoría. Vamos a por ello.
El significado de la autoestima
Las personas solemos entender autoestima como amor propio, o incluso pensamos que se trata de la forma en la que uno se valora (de forma positiva y según logros). Sin embargo, esta forma de verlo es superficial y nos suele llevar a problemas de autoestima con los años.
La autoestima es una relación afectiva y de valores con uno mismo, de tal forma que condiciona tu relación con el mundo. Por lo tanto, no es alta ni baja (suelo decir que hablar así es un error que hemos cometido los psicólogos), ya que no puede subir, bajar, ganarse o perderse (es decir, nadie puede «quitarte» la autoestima). La autoestima es algo que te funciona o no.
¿De qué depende? De que tu bienestar dependa principalmente de ti. Cuando tu bienestar depende más de factores externos que no puedes controlar (comparaciones, vivir con expectativas, esperar de otros, que te afecten demasiado comentarios o valoraciones, etc.) se generan problemas de frustración e inseguridad.
¿Cuál es la diferencia en relación a la autoestima infantil?
Que el ser humano en la infancia está en desarrollo, y por lo tanto, aún está construyendo una autoestima y es más sensible en relación a cómo se relacionen con comuniquen con él o ella.
Además, en la infancia interpretamos la información de forma literal (nuestro lenguaje es más literal y no simbólico), de tal forma que lo que se nos dice nos condiciona de forma más rígida.
Vamos a profundizar en los errores habituales que cometemos con la autoestima.
Errores habituales con la autoestima
Existen tres errores fundamentales que cometemos con nuestra autoestima, tanto para construir una autoestima estable y que te funcione en la vida adulta como a la hora de acompañar a los más pequeños en el desarrollo de una autoestima infantil positiva y estable.
Principalmente son estos tres errores:
Autoestima dependiente de factores externos
Cuando tu bienestar depende demasiado de factores externos (cómo te valoran, si lo hacen o no, si se cumplen tus expectativas, si te comparas con otros modelos, etc.) se genera frustración e inseguridad por un simple motivo: no podemos controlar esos factores.
De esta forma, basar tu autoestima en tratar de conseguir logros que dependen de comparaciones no funciona a largo plazo. De la misma forma, basar tu autoestima en valoraciones externas también termina por generar inseguridad (porque se depende de ellas).
Depender de valoraciones (propias o externas)
En el caso de la autoestima infantil, la valoración positiva es necesaria y ayuda a que el niño o niña sienta bienestar. Sin embargo, si su conducta se dirige siempre a buscar esa aprobación o valoración termina por ser una autoestima frágil y dependiente.
Si vemos que el niño o niña tiene como principal motivación gustar, agradar o cumplir con las expectativas del otro, por más que se le valore positivamente cuando lo haga terminará por sentirse condicionado y con el tiempo vacío. La autoestima infantil se construye de forma positiva cuando el bienestar procede de sus propias acciones y decisiones.
No trabajar con las emociones
Si no trabajamos con las emociones que sentimos (miedo, inseguridad, culpa, etc.) nos olvidamos de una de las bases más importantes de la autoestima. Toda autoestima que no funciona está relacionada con estas emociones. Si las sabemos gestionar, será más fácil construir una autoestima funcional.
Autoestima infantil: diferencias
Las grandes particulares de la autoestima infantil son entonces estas:
- Su autoestima está en desarrollo e interpreta los mensajes de forma más literal
- Interpreta lo que ocurre según sus propios logros (de tal forma que pueden sentirse culpables cuando el contexto o mensaje son negativos)
- Construir una autoestima infantil funcional depende de que desarrollen sus propios logros y autonomía
El ser humano encuentra bienestar cuando vive con una relativa autosuficiencia, según sus propios valores, con proyectos y objetivos propios, y a su vez sabe compartirlo con vínculos afectivos de calidad (somos seres sociales y lo necesitamos).
Una autoestima funcional es la que hace que tu bienestar dependa principalmente de ti: de lo que haces, cómo lo haces, de tal forma que vives según tus valores y prioridades y lo compartes con el mundo de forma asertiva.
Vamos a ver estos factores con profundidad en relación a la autoestima infantil.
Comunicación asertiva y validación
Es importante que, tanto como validar a los niños o niñas o reforzarles positivamente, se les incentive a comunicarse de forma asertiva (diciendo lo que
quieren, lo que no quieren, lo que pueden o no) y según sus propios valores e intereses.
La conducta responsable llega a través de vivir con modelos de referencia (por eso es importante dar ejemplo) y fomentar su autosuficiencia en la medida de sus posibilidades.
Reforzar la motivación de logro (gestión de la frustración)
Cuando se abandona una tarea ante la primera dificultad o tratamos de evitarles esas dificultades generales más frustración (ya que no han aprendido a gestionar esa emoción). A su vez, la sobre protección, valoración excesiva del niño o niña o incluso hablar de forma negativa del mundo les genera una mayor frustración cuando no consiguen sus objetivos.
Reforzar la motivación de logro implica que el bienestar del niño o niña depende de lo que aprenden, intentan y consiguen.
Apoyar en el autoconocimiento
Todo ser humano busca conocerse a sí mismo. Cuando las valoraciones son excesivas (tanto positivas como negativas) condicionamos un punto de vista. El ser humano debe conocerse a través de su propia experiencia y curiosidad.
Cómo acompañar a los niños y niñas para construir una autoestima que funcione
Llegamos entonces a la gran pregunta: ¿cómo acompañamos a los niños y niñas para que construyan una autoestima que les funcione?
Lo primero y más importante que debemos entender es que el trabajo fundamental es con nosotros mismos. Que un ser humano construya una autoestima funcional depende de su propio trabajo personal. En el caso de la infancia, si nuestra guía se basa en el cuidado, la presencia (sin descuido y sin sobre protección), el apoyo según sus intereses y capacidades y la incentivación, la autoestima infantil funcionará sola.
Para asegurarnos, ya conoces las claves principales:
- Que desarrollen su autonomía (una de las claves más importantes del bienestar)
- Que aprendan a motivarse a largo plazo (intentar, aprender, seguir viviendo con curiosidad)
- Que aprendan a gestionar sus emociones
- Que nuestra comunicación sea positiva pero asertiva, sin halagos, sino con reconocimientos en relación a sus intentos y valores (no en relación a resultados)
A su vez, las personas adultas podemos acompañar a los niños y niñas de mejor forma cuando el trabajo es personal, lo cual depende ante todo de tres aprendizajes.
Conocernos a nosotros mismos
Conocerte te ayudará a descubrir cómo construyes autoestima, y de esta forma poder acompañar al otro de forma más positiva. Cuando no nos conocemos lo suficiente transmitimos aprendizajes que quizá no sean funcionales.
Mejorar nuestra comunicación
Que sea positiva y a la vez asertiva, justa y afectuosa, sin caer ante el elogio o negatividad excesiva y sin distanciarnos de la realidad. Toda comunicación que valore las capacidades del otro y le considere como un ser inteligente le ayuda a tomar decisiones.
Fortalecer el vínculo de apego
Un vínculo de apego adecuado y seguro se construye a través del cambio personal de uno mismo. Cuando se acompaña desde el cuidado, la seguridad, la presencia pero también incentivando autonomía, se generan vínculos de apego seguros, lo cual ayuda a que la autoestima infantil sea más funcional y esto continúe en la vida adulta.
Mejorar nosotros para ayudar al otro
Acompañar a otro ser humano en su proceso de desarrollo es una de las experiencias más especiales que podemos vivir, así como un reto en un sentido personal, psicológico, emocional y afectivo.
La única forma de acompañar al otro en un proceso de aprendizaje y bienestar es que esa experiencia se viva también en ti. Si quieres profundizar en ti y vivir un proceso terapéutico pero a la vez práctico para conseguirlo, sabes que puedes consultarme o agendar una primera sesión.
Te envío muchos ánimos.
Gracias por pensar en ti,
Rubén